El presidente del PP, Mariano Rajoy, ve como una humillación que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero pueda aceptar una alianza estable con ERC. El líder popular descalificó ayer la propuesta de Esquerra Republicana de Catalunya al declarar que entre sus obligaciones no figura la de "bajarse los pantalones ante ERC" y añadir que "a lo mejor, otros la tienen".

Rajoy aseguró que ni la oferta de un pacto legislativo para el próximo 2005 --que Esquerra detallará en febrero--, ni tener como socios a ERC y a IU, "es bueno para España". El portavoz del grupo popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, sí se mostró partidario de que Zapatero acepte el acuerdo porque, en su opinión, será útil porque servirá para "poner límites a los anhelos y peticiones" de los socios del Ejecutivo.

Lo que Zaplana deseó es que los detalles del acuerdo se hagan públicos para que se demuestre que "en España está gobernando el tripartito catalán y que el Gobierno tiene cierta dependencia de un gobierno autonómico".

Quien expresó su escepticismo fue el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, quien declaró que la oferta demuestra que el Gobierno no tiene garantizada la estabilidad.