El líder del PP, Mariano Rajoy, ha encargado a su secretaria general que supervise personalmente las cuentas del partido para, en lo posible, evitar sorpresas desagradables o tentaciones como las que han quedado al descubierto con la trama Gürtel. Así, desde que se viera obligado a dimitir el extesorero Luis Bárcenas por su vinculación con el citado caso de corrupción, María Dolores de Cospedal vigila de cerca cada proceso de contratación del PP y, especialmente, los pagos que conlleva.

No obstante, los conservadores, que manejan un presupuesto anual que ronda los 80 millones de euros, han decidido también disminuir su dependencia de empresas especializadas en organización de eventos, después de las consecuencias políticas que les ha acarreado su nefasta relación comercial con Francisco Correa, máximo responsable de la red Gürtel. La explicación oficial es que favoreciendo que sea un equipo del PP en vez de terceros los que monten grandes eventos del partido se ahorra dinero y "se gana en independencia".

La dirección popular aprovechó el cónclave que celebró en Cataluña, el pasado fin de semana, para estrenar este nuevo modelo de trabajo basado en la autogestión. El área electoral del partido se encargó del diseño de la convención y hasta de la elaboración de los vídeos que allí se proyectaron, dejando en manos ajenas únicamente la producción y suministro de fondos, decorados, y luz y sonido.

El equipo de Rajoy, según parece, está bastante contento con el resultado de Barcelona, por lo que está decidido a que "este modo de organizar actos tenga continuidad en el tiempo, salvo cuando se trate de campañas electorales".