Mariano Rajoy insistió ayer en negar que el PP haya repartido durante dos décadas sobresueldos en dinero negro, aunque a renglón seguido reconoció que algunos de los datos publicados en los últimos días son verdaderos. Es el caso del préstamo que el presidente del Senado, Pío García-Escudero, explicó que había recibido para arreglar su casa, tras el ataque de ETA. "Todo lo que se refiere a mí y que figura allí (en los papeles) y lo que se refiere a mis compañeros de partido no es cierto, salvo alguna cosa que es lo que se ha publicado", afirmó Rajoy en Berlín, en una rueda de prensa que ofreció con la cancillera alemana, Angela Merkel.

El ejemplo de García-Escudero se suma a otros testimonios de personas que aparecen en los llamados papeles de Bárcenas y que han reconocido los pagos (como Jaime del Burgo, que recibió una ayuda para una víctima de ETA). Esta circunstancia está dinamitando la estrategia del PP de negar la mayor. La dirección del partido, tras escuchar las peticiones de los barones autonómicos el sábado, anunció que prepara un aluvión de demandas en respuesta a las informaciones en torno a los sobresueldos en negro. "Vamos contra todos", dijo el vicesecretario Carlos Floriano, que no quiso concretar más salvo confirmar que uno de los afectados será el extesorero Luis Bárcenas.

PRIMERAS PREGUNTAS Rajoy viajó ayer a la capital alemana para celebrar la XXIV cumbre bilateral. Un mal día para ver a Merkel, apóstol de una austeridad que Rajoy ha seguido a pies juntillas hasta hace apenas unas semanas, cuando empezó a rebelarse y a exigir, señalando a la cancillera, que la Unión Europea debe cambiar de tercio y apostar por las políticas expansivas.

Rajoy descartó dimitir y se considera con autoridad moral para seguir gobernando España. El presidente destacó la estabilidad de su Gobierno, la mayoría absoluta con la que cuenta y su convicción de que con el rumbo que ha marcado conseguirá sacar a España de la crisis.

También fue inevitable preguntar a Merkel por la sospecha de financiación irregular, un asunto que ella vivió en la CDU y del que se aprovechó para imponerse en el partido. La cancillera se limitó a destacar que "la relación de gran confianza con el presidente español".

El PP dio ayer un paso para tomar la iniciativa. Floriano anunció una ola de demandas, aunque, a excepción de Bárcenas, no dio nombres, lo que llevó a varios dirigentes a hacer sus propias quinielas. Los más señalados son el abogado Jorge Trias Sagnier, que denunció en El País el pago de sobresueldos, y el exdirigente Jorge Vestrynge. Además, el PP ha encargado un informe caligráfico para ver de quién es la letra y si los apuntes se escribieron por la misma mano y el mismo bolígrafo en un día, y no en 20 años, como sospechan los populares.

Bárcenas, por su parte, hizo unas declaraciones a Antena 3 en las que negó que los papeles publicados sean suyos y aseguró que todo es "una burda manipulación". "Ni existe ni ha existido ninguna libreta secreta", dijo antes de negar que Rajoy cobrara sobresueldos en dinero negro.