"Sería responsable por un caso de corrupción si lo hubiese cometido yo o alguien nombrado por mí". Esta fue la respuesta del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, a una pregunta de Jordi Évole sobre que tendría que pasar para que este asumiera responsabilidades por actuaciones fraudulentas en el PP o en el Ejecutivo. Así pues, Rajoy ponía cargos -miembros del Gobierno y secretaría general del partido- y nombres que le arrastrarían, directa o indirectamente, al barro de la corrupción.

Dos semanas después de esta sentencia de Rajoy en la entrevista con el periodista catalán, la corrupción sacude de nuevo al PP. Con la renuncia este lunes del ministro de Industria José Manuel Soria por sus sociedades 'offshore' se culmina un primer trimestre turbio en el partido, que acumula siete escándalos y decenas de imputaciones en el 2016. Sobre los casos de corrupción en el PP, Rajoy se expulsaba las culpas en 'Salvados' ya que "el responsable es fundamentalmente el que los comete". Como presidente del partido admitía que era "el máximo responsable de lo que ocurriera en todos los territorios" pero que "las consecuencias de las responsabilidades no son las mismas del que comete actos de corrupción". "Los políticos tampoco son perfectos, como no lo es la ciudadanía, la prensa, ni usted, ni yo. Por lo tanto, vamos al juicio global", zanjaba Rajoy.