Más de lo mismo. El líder del PP, Mariano Rajoy, volvió ayer a culpar al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de "hacerlo todo mal". También le ofreció soluciones a los problemas que plantea su política "frívola". A su juicio, "cumplir y hacer cumplir la ley" es la única respuesta posible del Gobierno al envite del lendakari, Juan José Ibarretxe.

En la clausura de la conferencia de vivienda que el PP ha celebrado en Madrid, Rajoy ofreció una imagen catastrofista de la España gobernada por los socialistas. "Mucha gente cree que lo que está pasando en España no es de recibo y está preocupada", afirmó. Para Rajoy, el motivo de ese malestar se debe al debate sobre la nación española. Por ello, se comprometió a "defender la constitución española, los símbolos y las instituciones" si vuelve al poder.

LA FILOSOFIA Por si no era suficiente, remachó: "No quiero hablar de cuántas naciones somos; somos una nación desde hace 500 años, la más vieja de Europa". Y sentenció: "España será lo que digan los españoles". Para el líder del PP, "España es una nación en la que los españoles somos iguales y estamos orgullosos de nuestra bandera y pensamos que hay que respetar las instituciones".

Por ello, se mofó de la reacción de Zapatero, que el viernes dijo que iba a escuchar al lendakari Juan José Ibarretxe. "Llevan tres años escuchándose y el resultado es lo que hemos visto", dijo. El líder del PP culpó de esta situación a la política "florida y frívola" del Gobierno que, a su juicio, ha optado por gobernar "sin la mitad de España" para "mantenerse en el poder".

LA REITERACION En su discurso no hubo un resquicio de autocrítica. Rajoy defendió su labor de oposición. "Hay cosas con las que no se puede jugar", advirtió. Por ello, negó que su actuación haya sido "exagerada o extremista", más bien al contrario. "Estaba obligado porque muchos españoles lo exigían", remarcó.

El líder del PP terminó ofreciendo un "gobierno sensato y con el respeto de los que no le voten ni le piensen votar" porque "España necesita que los ciudadanos nos digan que están orgullosos de ser españoles".