Los populares han vivido las últimas 24 horas instalados en el éxtasis. No es para menos, dados los resultados electorales que han cosechado el domingo. Prácticamente han teñido España de azul. Pero ayer por la tarde su jefe de filas, Mariano Rajoy, les reunió en el seno del comité ejecutivo y les instó a dejar la euforia en un cajón y a ponerse a trabajar desde las comunidades y ayuntamientos que han conquistado, con "austeridad" y "transparencia". El panorama que tienen por delante, dijo, no es fácil, y la situación de España, continuó, bastante negra. ¿Soluciones? Pues la que se le ocurre a Rajoy es la convocatoria inmediata de elecciones. "Este Gobierno no está en condiciones. Y lo que viene por delante no es fácil. El diferencial con el bono alemán a diez años ya se sitúa en cifras peligrosas, 260 puntos básicos. Lo de Grecia no está bien y hay muchas dudas e incertidumbres en Europa y también en España", enfatizó.

En este contexto, recordó a sus compañeros que lleva desde el pasado debate del estado de la nación demandando a José Luis Rodríguez Zapatero que disuelva las Cortes, aunque ahora se siente legitimado por las urnas para exigir que le abran paso hacia la Moncloa. "Lo dijimos entonces. A algunos les pareció bien y a otros, no. Y ahora hay más gente a la que parece bien", dijo.

Por tanto, Rajoy instó a los suyos a prepararse desde ya para las generales, dando por hecho que el PSOE "ni por asomo" va a lograr remontar la situación ni a "generar confianza y disipar dudas e incertidumbres" a corto plazo. Así las cosas, dio la orden al partido para que perfile una alternativa basada en "el rigor, la seriedad, la previsibilidad y la prudencia", y anunció que, en próximos días, reunirá a sus presidentes regionales para tomar decisiones pendientes, y el día 6 de junio se ha convocado junta directiva nacional del PP.

En cualquier caso, lo más urgente ahora para los populares es tomar posesión de aquellas comunidades y ayuntamientos donde saben con seguridad que van a gobernar y, según avisaban ayer dirigentes como María Dolores de Cospedal --elegida como próxima presidenta de Castilla-La Mancha--, examinar con lupa las cuentas que les dejan sus antecesores en el cargo para comprobar si las cifras, especialmente las que conciernen al déficit, cuadran con la versión oficial. También a este asunto se refirió ayer Rajoy. "Pido un trabajo serio y una dedicación plena a la función para la que se ha sido elegido. Pido el control de los gastos superfluos, de los asesores, de los llamados personal de confianza, de las contrataciones, del gasto corriente, pido austeridad en los comportamientos y en los gobiernos", apuntó el líder popular.

LUZ Y TAQUIGRAFOS En cuanto a los pactos de gobierno en localidades o autonomías donde el PP no ha obtenido mayoría absoluta o puede ser clave para gobernar, Rajoy dio carta blanca a sus candidatos para que pacten con quien quieran, salvo con Bildu. De hecho, no se descarta apoyar a Francisco Alvarez-Cascos en Asturias o un acercamiento con el PSOE en Canarias si Coalición Canaria cierra la puerta al PP. La única condición de Rajoy es que los acuerdos se hagan públicos, de forma que los populares den apoyo, pero también "reciban" algo a cambio. Y confió en que socialistas y populares sigan de la mano en Euskadi.