El Rey Juan Carlos ha continuado la ronda de contactos sobre la crisis que empezó a principios de mes aunque, a petición de algunos de sus interlocutores, la Zarzuela no ha informado de esas audiencias. Es el caso de la entrevista que el jefe del Estado mantuvo con el líder del principal partido de la oposición, Mariano Rajoy, el pasado lunes por la tarde, según fuentes conocedoras de la reunión. El presidente del PP explicó al Monarca su visión de la coyuntura económica y su falta de confianza en las medidas que, en los últimos meses, ha ido adoptando el Gobierno para hacer frente a la situación. Dicha desconfianza, sumada a razones estratégicas y a una apuesta por políticas más conservadoras y "valientes" (o sea, impopulares), justifican las reservas de Rajoy a respaldar cualquier acuerdo con José Luis Rodríguez Zapatero.

Así, el Monarca pudo escuchar de boca del presidente del PP el diagnóstico que hace de la situación y las propuestas que plantea para salir de la crisis. Pero tuvo que aguardar a que hubiera pasado el tenso debate que, hace una semana y en el Congreso, mantuvo Rajoy con Zapatero.

CUESTION DE AGENDA Fuentes conocedoras de la citada reunión apuntaron que el Rey, que ha seguido su agenda de contactos para interesarse por las consecuencias de la crisis y las estrategias para superar sus "graves consecuencias", convocó a Rajoy en la Zarzuela. Pero al presidente del PP le costó encontrar un hueco en su apretadísima agenda y no consiguió coincidir con la del Rey hasta el pasado lunes. Casualidad o no, el caso es que Rajoy logró superar su cara a cara con el presidente del Gobierno en el Congreso sin haberse visto previamente con el Rey. Y es que algunos dirigentes populares temían que, si la reunión con el Monarca se producía antes del debate parlamentario, cada palabra o gesto de su líder pudiera interpretarse como una "presión" del jefe del Estado o como un "desacato" a los deseos de este de promover un pacto político, una idea que no gusta demasiado a los conservadores.

Seguramente fue ese recelo a que se mirara la estrategia del PP con sospechas de influencia real (cabe recordar que los votantes tradicionales de este partido son monárquicos) la que llevó a los asesores de Rajoy a pedir discreción. Y que la Casa del Rey no divulgara el encuentro, pese a su nueva estrategia de transparencia y su voluntad de informar de la actividad de la familia real. Fuentes de la Zarzuela no quisieron hacer comentarios y se limitaron a decir que la "transparencia" se cumplirá siempre que los interlocutores acepten que la audiencia se haga pública.

De hecho, esas fuentes confirmaron que en estos últimos días el jefe del Estado ha recibido a más protagonistas de la economía española, pero ha mantenido esos encuentros en secreto porque los afectados han solicitado discreción. La Casa del Rey no quiso comentar si esa prudencia se debe al revuelo que se montó cuando se supo que el Rey había convocado, por primera vez juntos, a los dirigentes de UGT y CCOO, un día después de hacer un llamamiento a los partidos para que lleguen a un pacto contra la crisis.

REGULARIDAD TRIMESTRAL Las entrevistas del Rey y el presidente del PP suelen tener una regularidad trimestral, aunque en este caso el jefe del Estado quiso contextualizar la cita dentro de la ronda de contactos.

Hoy, mientras que casi todos los partidos del arco parlamentario se reúnen con una comisión gubernamental para discutir la estrategia frente a la crisis, el Rey estará escuchando opiniones sobre cómo "construir un nuevo modelo económico". Así se titula el acto organizado por ESADE en Madrid y que está previsto que presida Juan Carlos.