Mariano Rajoy ha decidido mantener contra viento y marea su apoyo al presidente valenciano, Francisco Camps, uno de sus principales valedores en el turbulento congreso del partido en el que, hace algo más de un año, se le ratificó como líder del PP. Y no le ha hecho cambiar de idea el hecho de que el Tribunal Superior de Justicia de esta comunidad confirmara ayer que existen "indicios de delito" de cohecho contra Camps y algunos de sus colaboradores. Pero una cosa es el reducido comité de dirección popular y otra la opinión latente en el resto de la organización, donde se está extendiendo la idea de que Rajoy podría estar pecando de exceso de confianza.

ANUNCIO DE RECURSO "Nosotros vamos a seguir apoyándole; confiando en la justicia; defendiendo su presunción de inocencia y esperando que termine cuanto antes este procedimiento", afirmó ayer en rueda de prensa la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal. Mientras, el entorno del presidente valenciano intentaba quitar hierro al asunto anunciando que recurrirá el auto judicial que le convierte, ya oficialmente, en sospechoso.

Así, el recurso de apelación de Camps se presentará ante la sala de lo civil y penal del tribunal valenciano, una sala en cuyo criterio ha puesto todas sus esperanzas el PP de Valencia --y por contagio, el PP nacional--. ¿Se atreverán realmente sus miembros a solicitar el sobreseimiento y archivo de la causa, en contra del criterio del juez instructor? La cúpula del Partido Popular confía en ello, alega "falta de pruebas" y minimiza el escándalo mediático que podría conllevar esa decisión.

En todo caso, los responsables de la defensa de Camps (que estuvo ayer en contacto continuo con Rajoy) están trabajando ya en ese recurso, ayudados y supervisados por el equipo jurídico de Madrid, que capitanea Federico Trillo. Al mismo tiempo, en la sede central de los conservadores se preparan tiritas para la posible herida y se subraya que el delito que se le achaca al presidente valenciano es "cohecho impropio" por haber aceptado, supuestamente, trajes regalados por parte de los miembros de la trama corrupta investigada en el caso Gürtel. Y dicho delito, recuerdan, puede convertirse en una "falta leve".

Tampoco gusta a los populares que el juez valenciano José Flors quiera sentar al presidente valenciano en un banquillo frente a un jurado popular, por lo que están analizando si esa decisión tiene precedentes.

No obstante, hay muchos populares con dudas sobre si se puede seguir creyendo a ciegas en los optimistas pronósticos del PP valenciano, habida cuenta de que primero se auguró que no habría imputación para Camps y, cuando la hubo, se vaticinó que habría un archivo inmediato de la causa. No ha sido así y algunos sectores del partido temen otro error de pronóstico.

LA SOMBRA DE BARCENAS A esa incertidumbre hay que sumar la que provoca en esta organización que su tesorero, Luis Bárcenas, vaya a ser investigado por el Supremo. Según parece, Rajoy continúa haciendo oídos sordos a las voces que reclaman su dimisión. Debe ser que no le interesa crear precedentes con Camps en capilla.