La política económica del Gobierno, con globos sondas, rectificaciones y cambios en pocos días de diferencia está facilitando la labor de oposición del PP, que ha convertido su particular guerra contra la subida de impuestos en el principal señuelo para captar al electorado de la clase media. El ejemplo lo dio ayer el presidente del PP, Mariano Rajoy, durante una intervención en la Escuela de Verano del PP de Aragón en Tarazona, donde aseguró que es precisamente la clase media la que paga más por "los errores, las gracias y los disparates" de José Luis Rodríguez Zapatero en materia económica.

El baile de propuestas en cuestiones fiscales, empezando por la apuesta de José Blanco de aumentar los impuestos a todas las personas que ingresen más de 50.000 euros anuales, ha permitido a los conservadores presentarse ante este amplio sector de la población como sus defensores. Es igual que el Gobierno, por boca de su presidente, haya asegurado que la subida no afectará a los ingresos salariales, porque el primer mensaje ya ha calado y el PP se encarga de mantenerlo como el auténtico. Ayer lo hizo el máximo dirigente del PP, que acusó a Zapatero de "engañar y mentir" con las decisiones tomadas contra la crisis.

DESCONFIANZA Los dirigentes del PP apuntan directamente a Zapatero como una de las causas de las dificultades de España para salir de la crisis al mismo ritmo que las principales economías europeas.

Rajoy pidió a los ciudadanos que no confíen en la palabra del jefe del Gobierno porque "es lo peor que puede ocurrir para que no se obtenga la recuperación".

Respecto al anuncio del Gobierno de incrementar los impuesto sobre las rentas del capital y el ahorro, Rajoy lo calificó de "disparate", dada la elevada deuda de los españoles. "En un país tan endeudado como España lo que hay que hacer es ahorrar, y no gravar el ahorro", aseveró. También criticó "las improvisaciones, engaños y mentiras" de Zapatero en medidas como la paga de 420 euros para los parados o el continuo incremento del déficit público. El "conjunto de estos despropósitos", concluyó, hace "metafísicamente imposible salir de la crisis".

En la misma línea que Rajoy, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, advirtió ayer de que Zapatero ha agotado su "crédito" con políticas económicas "cortoplacistas e improvisadas" que repercuten negativamente en la sociedad. En este sentido, destacó que la "discutible" bajada del IRPF que supuso la deducción de 400 euros se ha tenido que tirar para atrás para pagar los 420 euros a los parados. O que los presupuestos "electoralistas" del 2008 han provocado que las autonomías tengan que devolver ahora al Estado miles de millones de euros al liquidar las cuentas.