El vicepresidente Mariano Rajoy fue preguntado ayer si la iniciativa para aplicar la norma española de divorcio a los inmigrantes no contraviene la nueva directriz del Papa dirigida a los políticos católicos. Rajoy respondió que "una cosa son las relaciones con la Iglesia y otra el ordenamiento jurídico". Alegó que la medida es "de sentido común" y recordó que el divorcio lleva vigente más de 20 años.