Mariano Rajoy quiere utilizar la campaña de las elecciones europeas como trampolín para su consolidación como líder de la oposición. El secretario general del PP ha planteado los comicios como un duelo personal contra José Luis Rodríguez Zapatero, y está dispuesto a poner toda la carne en el asador para conseguir unos resultados que le permitan cantar victoria. Ayer, en el tercer día de la campaña, se sacó una carta de la manga para llevar el debate al Congreso.

En un mitin en Valladolid ante unos 3.000 enfervorizados simpatizantes, anunció que hoy presentará una iniciativa para reformar el reglamento de la Cámara baja, con la finalidad de que la duración de su cara a cara semanal con el presidente en la sesión de control al Ejecutivo aumente de 5 a 15 minutos. Rajoy alegó que el tiempo que le corresponden en la actualidad es "poco para hacer oposición".

Rajoy enmarcó su iniciativa en el encuentro que celebró en la Moncloa con Zapatero, en el que el presidente le ofreció fortalecer su papel de líder de la oposición. "Como el presidente me va a recibir dos veces al año en una demostración de talante, yo voy a corresponderle con el mismo talante", dijo.