A menos de una semana de la visita del Papa a España y con el viento de las encuestas en popa, Mariano Rajoy afirmó ayer rotundo que, llegado el momento, está dispuesto a poner fin a la ley que ampara en España los matrimonios homosexuales, incluso aunque el Tribunal Constitucional declare que es incompatible con la Carta Magna. "Si el Constitucional la avala, usted se compromete a mantenerla o no", le preguntaban ayer en una entrevista en El País. "No", responde secamente el líder del PP.

En abril del 2007, como invitado del programa de televisión Tengo una pregunta para usted, Rajoy no quiso aclarar si aboliría la ley de bodas gais y lesbianas pese a que su partido la había recurrido ante el TC. Echó mano de su maestría en el arte de la ambigüedad. Como mucho, acorralado por la fórmula directa del programa, respondió: "Si mi hijo fuera homosexual, asistiría a su boda, pero le aconsejaría una unión de hecho".

En esa respuesta de escapista, Rajoy resumió en esencia la postura oficial del PP en esta materia. Las uniones homosexuales no tienen marcha atrás, pero usar el nombre de matrimonio para definirlas es un desafío inaceptable porque, en opinión de los populares, es la Iglesia la que tiene la patente de esa fórmula de convivencia.

En cualquier caso, en la entrevista, Rajoy como mucho se limita a exponer que la continuidad de la ley de matrimonios homosexuales no sería segura si ganara el PP. No es una sentencia de muerte, pero el PSOE se apresuró ayer a subrayar el abismo que en esa materia le separa de los conservadores. Elena Valenciano, secretaria de política internacional del PSOE, celebró que por fin Rajoy "sale de su letargo y da un pequeño avance de su siniestro programa oculto".

NUEVA LEY DEL ABORTO Valenciano se refería con ello al matrimonio homosexual, pero también a otras cuestiones a las que el jefe de la oposición se refirió con una inusual claridad en él. La ley del aborto es una de ellas. Rajoy, pese a las demandas de la Iglesia y de los ultraconservadores lobis provida de prohibir el aborto en España, se compromete como mucho a revisar la reciente reforma de la ley en un par de capítulos, el referido a la edad mínima para interrumpir el embarazo sin consentimiento de los padres (16 años) y el que fija las condiciones para pasar por el quirófano durante las 14 primeras semanas de gestación.

En cierto modo, el líder del PP expone sus opiniones políticas con una desnudez impropia de él, aunque seguro de sí mismo, tal vez, por la ola conservadora que recorre Europa. Tanto es así que elogia con sana envidia el duro plan de ajuste impulsado por el primer ministro británico, David Cameron, que se ha comprometido a suprimir medio millón de puestos de trabajo en el sector público y ha anunciado un recorte sin precedentes en los gastos de Defensa del Reino Unido con el fin de ahorrar más. Sin concretar cómo, Rajoy sugiere que España necesita una adaptación de esa receta económica.

ELECCIONES CATALANAS Matrimonios homosexuales, aborto, ajustes económicos... Rajoy analiza con mayor o menor detalle diversas cuestiones, y entre ellas, también, las inminentes elecciones autonómicas catalanas, que, insiste, el PP encara con un planteamiento muy similar al que empleó en las elecciones vascas, con la meta de poner sus diputados al servicio de un cambio de orientación. ¿Apoyará al convergente Artur Mas para que sea president? "Vamos a estas elecciones como fuimos a las vascas. Apoyaremos si nuestro voto es decisivo, que ojalá lo sea, para que cambien las cosas".