Mariano Rajoy evitó ayer responder a la promesa de José Luis Rodríguez de "trabajar sin descanso para buscar la ayuda del PP". Como quien oye llover. El líder del PP dejó claro que el presidente del Gobierno no cuenta con su apoyo y se limitó a decir en público lo que le contestará por teléfono en caso de que se ponga en contacto con él: que la única forma de acabar con ETA no pasa por la negociación porque "es ilegal y se pierde siempre", y que solo se podrá ver la paz en Euskadi si la banda se disuelve y pasa al otro lado de la ley. A partir de ahí, "que Batasuna se presente a las elecciones si quiere".

El presidente del PP presentó ayer en Albacete a María Dolores de Cospedal como candidata a presidir la Junta de comunidades de Castilla-La Mancha en las próximas elecciones. En el mitin, el conservador quiso romper la dinámica en la que a su juicio le involucran los anuncios del jefe del Ejecutivo. Rajoy empezó con una de esas frases que delatan su origen gallego. "No voy a hablar de quién creéis que voy a hablar". Pero, aunque no quiso citarle, el líder del PP sí le criticó por "decidir darle a ETA lo que pide o parte de lo que pide" y negociar "los presos, la legalización de Batasuna, la mesa de partidos, la autodeterminación y Navarra".

El considera que Zapatero "va contra la ley" porque piensa que el fin "justifica los medios". Así, insistió en que legalizar a Batasuna será "tener dos ETA: una legalizada y otra con las pistolas para asegurarse de que se hace caso a la primera". Rajoy finalizó su discurso exigiendo al fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, y a los responsables policiales que "ayuden" al Poder Judicial porque "es su obligación".