Mariano Rajoy instó ayer al exdirector general de la policía y hoy eurodiputado del PP, Agustín Díaz de Mera, a "colaborar con la justicia" y "atender los requerimientos" del tribunal del 11-M. El presidente del PP dijo entender el "dilema" de Díaz de Mera entre preservar la identidad de una fuente y obedecer la petición del juez para que la desvele, pero recalcó que debe primar el sometimiento a la justicia.

El máximo jefe policial del Gobierno de José María Aznar en el momento de la matanza desencadenó una nueva batalla política tras su comparecencia como testigo en el juicio del 11-M, el miércoles pasado. Defensor activo de la teoría de la conspiración, Díaz de Mera aireó la existencia de un supuesto documento elaborado tras la llegada del PSOE a la Moncloa que vincularía a ETA con el 11-M. Sin embargo, se negó a identificar a su fuente, lo que le valió una multa de 1.000 euros y la apertura de un procedimiento por desobediencia grave a la justicia.

El mensaje de acatamiento a la justicia de Rajoy contrastó con las palabras de otros dirigentes de su partido que, en su mayoría, defendieron la actitud del exdirector de la policía y arremetieron contra el PSOE. El secretario general del PP y ministro del Interior en el momento de los atentados, Angel Acebes, exigió la "máxima colaboración con la justicia" de todos los que tengan "conocimiento" del informe. Sus palabras iban dirigidas al PSOE, pues añadió que el texto lo encargó el comisario general de información de la policía nombrado por el Gobierno socialista, Telesforo Rubio.

"CAZA DE BRUJAS" El portavoz adjunto del PP en el Congreso, Vicente Martínez-Pujalte, defendió la negativa de Díaz de Mera a revelar su fuente argumentando que en Interior está en marcha una "caza de brujas".

El Gobierno y el PSOE, así como el resto de formaciones políticas, coincidieron en criticar con dureza la actitud de Díaz de Mera, que inscribieron en la estrategia del PP de sembrar dudas sobra la autoría del 11-M. El secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, consideró "muy preocupante" el empeño de "lanzar mierda" al juicio y sostuvo que el exdirector de la policía tiene la obligación "legal, moral y política" de aportar a la justicia todos los datos.

El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, optó por "no hablar sobre un juicio en marcha", y se limitó a pedir "un poco de respeto por los tribunales" y "mucho sosiego" respecto al caso de De Mera. El portavoz socialista en el Congreso, Diego López Garrido, conminó a Rajoy a que "exija" al exjefe de la policía que colabore con la justicia.

DEJAR EL ACTA La batalla llegó a Bruselas, donde la eurodiputada socialista Elena Valenciano exigió a Díaz de Mera que renuncie a su acta en el Parlamento Europeo "para no dañar el buen nombre de la Cámara" y porque su manera de actuar "va contra los valores europeos". El portavoz del PP en la Eurocámara, Jaime Mayor Oreja, acusó a los socialistas de comportarse como "buitres carroñeros".

En un comunicado, el mayoritario Sindicato Unificado de Policía (SUP) exaltó a Díaz de Mera como el "mejor" director general que han tenido y sostuvo que "no mintió" ante el tribunal, sino que "la persona o personas que en su día le informaron de un supuesto informe que relaciona a ETA con la matanza no le dijeron la verdad".