Mariano Rajoy ha visto clara la oportunidad de pescar argumentos contra José Luis Rodríguez Zapatero en el río revuelto de la financiación. Por eso, ayer anunció que su grupo en el Congreso ha solicitado la convocatoria de la Diputación Permanente, a fin de que autorice la celebración de un pleno extraordinario en el que el presidente del Gobierno se vea obligado a explicar su posición en torno a la financiación autonómica. "Es muy importante que se sepa lo que está pasando, porque aquí se nos dice que al Ejecutivo no le va a apoyar en los presupuestos gente de su propio partido en alusión al PSC. La gente tiene derecho a saber qué va a pasar con su dinero", declaró Rajoy a Europa Press.

Así, el líder de los populares pretende atacar a Rodríguez Zapatero desde Madrid --demandando explicaciones y una negociación multilateral-- mientras la presidenta del Partido Popular catalán, Alicia Sánchez-Camacho, hace lo propio desde Cataluña: Ella ha confirmado que unirá sus fuerzas a las del Gobierno autonómico y CiU para conseguir un buen modelo para los catalanes.

SOLICITUD DE ICV Por su lado, ICV también ha reclamado que el presidente del Gobierno acuda a la Cámara baja para que dé cuenta, cuanto antes, de sus planes sobre financiación. Sin embargo, la aritmética parlamentaria hace que Iniciativa (que comparte grupo con ERC e IU) deba contar con el apoyo de otro grupo para poder registrar su propia solicitud de comparecencia del presidente del Ejecutivo. Si no lo logra, se verá abocado a apoyar la de los populares.

Es una incógnita lo que votarán el resto de grupos, aunque a los socialistas les bastaría con que uno de los minoritarios les diese respaldo para poder vetar la iniciativa popular. De momento, la mayoría guarda silencio al respecto, mientras CiU y PNV se mueven en la ambigüedad: los nacionalistas catalanes admiten que el tema es capital para Cataluña, pero matizan que ellos defienden la negociación bilateral y que no desean prestarse a una estrategia del PP para desgastar a Zapatero.

Los peneuvistas, por su parte, no se sienten demasiado involucrados en este asunto, ya que ellos cuentan con el concierto económico, esto es, su propio régimen de financiación. En ese contexto, indican que esperarán a conocer en qué términos se plantea la comparecencia para decidir qué hacer. A ambos grupos, pues, se les presume la abstención en la próxima diputación permanente.

Más allá de lo que suceda en esa votación, se hace cada vez más evidente que José Luis Rodríguez Zapatero tendrá un principio de curso difícil.