Es "irreprochablemente democrática", y sólo va "en contra de políticos irresponsables que han roto el consenso constitucional del 78 y quieren dejar fuera de juego al PP". Así definió ayer el líder de los populares, Mariano Rajoy, la campaña de firmas promovida por su partido para pedir un referendo general en contra de la reforma del Estatuto catalán que ayer inició en Cádiz.

"Tengo derecho a recoger firmas donde me dé la gana y donde estime oportuno y conveniente, y a dirigirme al conjunto de españoles, y a que éstos opinen si lo que hay está bien o mal, a conocer lo que se hace con su país", proclamó el presidente del PP, que reivindicó otro derecho: el de "decirle al presidente del Gobierno que ganar unas elecciones no es mandato para hacer lo que le dé la gana y romper las reglas de juego pactadas".

"¿CUANDO NOS ENGAÑARON?" Rajoy añadió una pregunta. "¿Qué quieren, que me calle y aplauda al presidente del Gobierno o que haga un acto de fe y diga que el acuerdo con CiU es bueno?". A este respecto, el líder de los populares se preguntó por el pacto alcanzado entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y el de CiU, Artur Mas. "Primero dijeron que había acuerdo en septiembre y ahora en enero, ¿cuándo nos engañaron, antes o ahora?".

El líder de la oposición insistió en que Zapatero tiene que explicar "a qué acuerdo ha llegado" con el dirigente de CiU.

Dicho esto, el presidente del PP aseguró tener "serias dudas" de que Zapatero y Mas tengan claro lo que han pactado. "De ser así, lo habrían contado", argumentó. Así, Rajoy puso como ejemplo las distintas cifras que se están dando sobre la inversión que recibirá Cataluña tras dicho acuerdo, calificándolas de "broma, burla y estafa al conjunto de los españoles".

En esta línea, Rajoy tachó de "intolerable" que sólo dos personas "pacten un tema tan importante como es la financiación de las comunidades autónomas". El líder popular acusó a Zapatero y a Mas de haber pactado "de forma poco transparente, opaca, sin dejar que la gente pueda decir lo que realmente piensa".

MARAGALL, NINGUNEADO En su discurso, Rajoy aludió también a la situación del Gobierno catalán: "El presidente del Gobierno ha ninguneado al de la Generalitat y a sus socios pactando con el líder de la oposición, lo que supone una muestra de seriedad, palabra dada y coherencia política". "Se dará cuenta ERC de que Zapatero es una persona de fiar", ironizó.

El PP eligió Cádiz para iniciar su campaña como símbolo "del moderno constitucionalismo español, y donde en 1812 se dijo que España era una nación de ciudadanos libres e iguales, con los mismos derechos y que ostentaban la soberanía nacional".

Rajoy dijo que Zapatero "no se plantea el futuro o los problemas reales de la gente, sino de dónde venimos y qué somos". Y negó ser inmovilista: "Tengo claro que somos una nación plural, con lenguas distintas y formas distintas de ver las cosas pero con una voluntad de seguir juntos y tener un Estado viable".

PACTO A DOS En este sentido, Rajoy insistió en que "lo que sea España hay que pactarlo entre todos los españoles y entre los dos grandes partidos nacionales, PSOE y PP" como --señaló-- ha indicado, entre otros, el secretario general de CC.OO, José María Fidalgo. Más tarde, en Sevilla, Rajoy volvería sobre el tema recordando que "durante los años de Gobierno de Aznar, España mejoró mucho, y en vez de seguir trabajando en esa línea, ahora nos ocupamos de revisar la historia, las cuestiones religiosas y cosas ocurridas hace 70 años que a nadie le importan".