El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha reiterado este lunes en Berlín que las acusaciones de corrupción contra él a propósito de los supuestos sobresueldos en dinero negro son "total y absolutamente falsas". "Así lo reitero en el día de hoy", ha dicho. El jefe del Ejecutivo, a quien el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, pidió el domingo la dimisión, ha subrayado que tiene "las mismas ganas, ilusión, fuerza, coraje y determinación" que cuando llegó al Gobierno para "superar una de las situaciones más difíciles de los últimos treinta años en la economía".

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"Las opiniones son libres y las cosas que se me imputan son falsas", ha dicho Rajoy, quien se ha ratificado en lo que ya dijo el pasado sábado y ha evitado dar información y responder a las preguntas concretas sobre las acusaciones de financiación irregular del partido. El jefe del Ejecutivo ha subrayado que el Gobierno del PP es "estable", "tiene una mayoría, un objetivo claro, que es el crecimiento económico y el empleo" y, según ha dicho, "ha marcado un rumbo" con "una política basada en las reformas". Una política con la que el Gobierno confía, ha señalado, en "sacar a España de la crisis.

Defender la honorabilidad

Sobre las demandas anunciadas por el PP contra quienes hayan relacionado al PP con comportamientos ilícitos, Rajoy no ha concretado y ha indicado que las medidas "para defender la honorabilidad" de los afectados está "en manos de los abogados". "Todo lo que se refiere a mí y a los compañeros del partido no es cierto salvo alguna cosa que es lo que han publicado los medios", ha dicho sin especificar a qué se refería.

La cancillera alemana, Angela Merkel, no ha querido echar leña al fuego y, en su intervención, se ha limitado a apuntar que el escándalo de corrupción en el partido del Gobierno español es un asunto nacional de España y que seguirá trabajando con la misma confianza que hasta ahora con Rajoy.