Jaime Mayor Oreja, el que fuera ministro del Interior en la era Aznar , está en contra de la reforma de la ley del aborto que propone el Gobierno socialista, basada en los plazos. Hasta ahí, coincide con el resto del PP. Sin embargo, el ahora eurodiputado popular va más allá que el resto de sus compañeros y pide autocrítica, ya que reconoce que entre 1996 y el 2004 hubo "situaciones sangrantes" en lo que concierne a la interrupción del embarazo, mientras su propio partido miraba "para otro lado". Con esta afirmación, Mayor Oreja --que proviene de la democracia cristiana-- viene a admitir parte de los reproches que se le hacen al PP desde las filas del PSOE e incluso desde la Iglesia, por hacer oposición con el tema del aborto y, sin embargo, haber permitido más de 500.000 interrupciones estando al frente del Ejecutivo.

No obstante, el discurso de Mayor Oreja no es precisamente el que busca Mariano Rajoy para su organización, como deja en evidencia un argumentario interno del PP que fue difundido ayer entre los conservadores. "Es una mentira que nuestra postura sea hipócrita porque no cambiamos la ley durante nuestro gobierno. Al contrario. Precisamente, la postura del PP sigue siendo ahora la misma de entonces: no cambiar la ley actual", se sostiene en el citado documento.

Es decir, que la dirección popular se encuentra cómoda con la ley vigente --a diferencia de dirigentes del ala dura como Mayor Oreja-- y amenaza con volver a modificar la legislación si, después de las próximas elecciones generales, consigue recuperar el poder. Ese es el mensaje que lanzó, el pasado sábado, la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, en la manifestación contra el aborto que recorrió las calles de Madrid: quiso dejar claro que su formación política no está en el debate aborto o aborto no , sino en el debate sobre la reforma de la ley vigente. En la misma línea se pronunció ayer otra de las mujeres importantes de la cúpula popular, Soraya Sáenz de Santamaría, que calificó de "agresiva" la norma de plazos del PSOE; anunció que el partido presentará una enmienda a la totalidad del texto socialista y, si no tienen éxito en el Parlamento, presentarán un recurso en el Constitucional.

Al mismo tiempo, el líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, reafirmaba contundentemente ante la ejecutiva del PSOE su apuesta por la reforma de la ley como un avance en "libertades y valores democráticos", según fuentes socialistas.

EL PRESIDENTE SACA PECHO Zapatero insistió también en la importancia que se da en la nueva norma a la prevención y a la educación sexual. El presidente del Gobierno quiso subrayar la trascendencia del debate encargando al jefe de filas parlamentario, José Antonio Alonso, que sea el portavoz en esta materia en el Congreso.

La cúpula socialista defendió "en todos sus elementos" la reforma de la legislación vigente, incluida la posibilidad del aborto de las menores de edad sin consentimiento de los padres. El PSOE cree que renunciando a este extremo, criticado incluso por algunos socialistas, correría el riesgo de perder la mayoría de izquierdas para aprobar la ley. El PSOE únicamente podría añadir a esta mayoría al PNV y a parte de Convergència. La otra mitad de CiU, Unió, presentará, como hace el PP, una enmienda a la totalidad, a la que podría añadirse algún diputado convergente.