Mariano Rajoy ha dejado claro por qué durante estos últimos años se ha resistido a participar en debates con sus contrincantes políticos: no cree que afecten demasiado al sentido del voto. El candidato del PP ha explicado en la SER que él ha tenido la oportunidad de ver las encuestas del día siguiente a los cara a cara que sí que ha celebrado con, por ejemplo, José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba y Pedro Sánchez y no registraban "demasiados cambios" en la opinión de los electores.

“La gente no va a decidir el voto en función de un debate solo o de dos o tres. Lo decide por la trayectoria de los candidatos, los partidos y también cual es su forma de pensar. Es un elemento más, es importante, pero en un debate no se juega uno una campaña electoral ni se juega un país la elección del presidente del Gobierno. Malo sería si fuera así”, ha declarado.

Rajoy ha hecho estos comentarios días antes del debate que celebrará, el lunes 13, con Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera. En las elecciones del 20-D el líder del PP declinó participar en un programa igual y envió a su número dos, Soraya Sáenz de Santamaría. Ahora, tras las numerosas peticiones de los medios de comunicación, Rajoy ha cedido y ha confirmado su asistencia.

"OBLIGATORIOS", PARA IGLESIAS

El punto de vista del líder del PP llamaría la atención en otros países, como en EEUU, por ejemplo, donde los debates en la recta final de la carrera de la Casa Blanca, y también en las primarias de los dos principales partidos, se consideran decisivos. Así, y aunque la televisión estuviera en sus inicios y no sea comparable con la exposición habitual a las cámaras, los historiadores consideran que, en 1960, Richard Nixon perdió las elecciones contra John F. Kennedy por la imagen que dio de hombre cansado y sin energía. Más recientemente, Al Gore (en el 2000) se habrá arrepentido siempre de sus suspiros continuados mientras debatía con George W. Bush.

Rajoy ha hecho estos comentarios en el programa 'Hoy por Hoy', que ha conseguido conectar por teléfono con los cuatro principales dirigentes políticos que se enfrentarán el 26-J. Para Iglesias el debate del lunes es “crucial” y ha insistido en que este tipo de programas deberían ser “obligatorios”. Según Rivera ese el mejor momento para comparar las propuestas de cada partido.

LA ABSTENCIÓN, LA ENEMIGA DEL PSOE

Durante el encuentro telefónico, que le ha jugado una mala pasada a Sánchez por un fallo en la cobertura, Sánchez ha señalado que “la abstención” es el principal enemigo del PSOE, que ve cómo aparece en tercer lugar, tras el PP y Podemos, en las últimas encuestas. “Partimos con optimismo. Si los socialistas no fallamos en las urnas el cambio llegará”, ha dicho el secretario general del PSOE.