Mariano Rajoy reclamó al presidente de UPN y de Navarra, Miguel Sanz, que rechace en el Congreso los presupuestos de José Luis Rodríguez Zapatero. No tuvo éxito. La petición se produjo el jueves, en una cena en Madrid y en la que también estuvo presente la número dos del partido, María Dolores de Cospedal. Al parecer, el acto no estaba convocado para negociar la posición de los navarros durante la tramitación de las cuentas públicas, sino para limar asperezas en la relación.

La tesis de Rajoy es que el pacto de UPN y PP deja claro que, en lo que concierne a la política nacional, los populares deciden qué vota su grupo en el Congreso, donde se integran los dos diputados navarros. El matiz que plantea Sanz es que esa regla tiene una excepción: que los intereses de Navarra sean contrarios a dicha decisión. Y, bajo su punto de vista, eso sucede con los presupuestos, dado que él necesita apoyo de los socialistas para sacar sus cuentas adelante.

Por ese motivo, solo baraja abstenerse ante el plan presupuestario de Zapatero. En este sentido, está por ver si Rajoy consigue que se replantee su decisión. El debate de totalidad del Congreso sobre los Presupuestos del Estado se celebra el 21 de octubre.