En cumplimiento de una actitud de no quedarse en la "crítica a secas" y ofrecer alternativas, Mariano Rajoy propuso ayer a José Luis Rodríguez Zapatero ponerse de acuerdo para así "presionar" a ETA. El líder del PP dijo que es la forma de lograr que la banda terrorista abandone definitivamente la violencia, aunque insistió en su negativa a negociar cualquier tipo de planteamiento político con ETA o su entorno.

Antes de presidir la reunión del grupo parlamentario popular en el Senado, Rajoy insistió en que el acuerdo del PP y el Gobierno es la única receta útil para que la banda perciba que está sola y que debe comprometerse a que desaparezca por completo la kale borroka o actos como el robo de armas cometido en Francia. "Si ETA no acepta la presión", el acuerdo tendrá otra utilidad, aseguró. La de "hacer cumplir la ley y utilizar los instrumentos del Estado de derecho para que los ciudadanos puedan recuperar su libertad".

No es la primera vez que Rajoy plantea al presidente del Gobierno la necesidad de recuperar el consenso en materia antiterrorista. Se ha hartado de pedirle que resucite el pacto anti-ETA y diga que la derrota es el único camino. Pero ayer, como ya hizo el lunes pasado en Vitoria durante un acto con los populares vascos, acompañó su propuesta de términos positivos y no se quedó en la mera descalificación.

POSTURA FIRME El líder de los populares justifica que su postura no ha cambiado y recuerda que, desde que se entrevistó con él en la Moncloa nada más declararse el alto el fuego, dio su apoyo al jefe del Ejecutivo para que explorara las "verdaderas intenciones" de ETA. Y que cambió de opinión después de renunciar a utilizar el terrorismo en su discurso del debate sobre el estado de la nación para enterarse, nada más bajar de la tribuna, de que Zapatero autorizaba al PSE a reunirse con Batasuna.

A pesar del nuevo tono del líder del PP, ETA volverá hoy a la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. Rajoy, Angel Acebes y Eduardo Zaplana echarán en cara a Zapatero y a la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, sus ataques a los jueces contrarios al proceso y la crisis que atraviesa el diálogo con ETA.

MANIFESTACION El próximo sábado, Rajoy y toda su cúpula se pondrán al frente de una nueva marcha de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) contra la "rendición" y la "cabeza agachada" que denuncia a diario el presidente de este colectivo, Francisco José Alcaraz.

La dirección del PP quiere demostrar una vez más a Zapatero que sus tesis en contra del proceso las comparten tantos ciudadanos españoles como ha corroborado el último CIS, que sitúa al PP a tan solo un punto y medio del PSOE en cuanto a intención de voto. Rajoy presumía ayer de que la encuesta mostraba que el Partido Popular "ha acertado en su estrategia política" y confirmaba que en el partido todos están "muy contentos".