La tensión no le viene mal al PP. Todo lo contrario. Mariano Rajoy se ufanó ayer de la cantidad de plataformas cívicas y asociaciones profesionales que apoyan las posiciones del PP. El líder conservador declaró que cada día "son más" los españoles que están convencidos de que "solo los populares pueden hacer que España recupere la cordura". Rajoy dijo que está "en manos de los ciudadanos" el conseguirlo y por eso pidió su ayuda para mantener la actual "presión" con "sus votos y sus críticas".

GRAVE ACUSACION En la clausura de la 12 interparlamentaria del PP, que se celebró en Valladolid, Rajoy calentó al auditorio al asegurar que la decisión de la fiscalía de no presentar cargos contra Arnaldo Otegi --lo que motivó su absolución-- partió de José Luis Rodríguez Zapatero, que "ordenó" al fiscal que actuara como lo hizo.

El Gobierno considera muy grave esta afirmación. Por eso ayer, Teresa Fernández de la Vega aparcó su tradicional mesura tras la reunión del Consejo de Ministros para afirmar que el líder del PP "se ha saltado todos los límites en su desesperación por recuperar el poder".

La vicepresidenta trató de hacer "pedagogía" para explicar que la decisión del fiscal es autónoma e insistir en que el Gobierno del que forma parte "no da instrucciones a la Fiscalía" sobre cómo actuar en cada caso concreto. De la Vega se aferró al "respeto a la independencia judicial" para negarse a comentar el auto de la sección cuarta de la Audiencia Nacional, en la que los magistrados critican la decisión del fiscal de retirar los cargos.

Rajoy, en cambio, afirmó que la absolución del portavoz de Batasuna "no es más que el penúltimo escándalo de un presidente que no va a ninguna parte". A su juicio, Zapatero "ha engañado" a los españoles, porque ha roto el pacto antiterrorista pese a que el programa electoral del PSOE incluía "su cumplimiento", por lo que "no tiene el respaldo electoral para hacer lo que hace".

El presidente del PP manifestó que España tiene "el suficiente cuajo para decir no a Zapatero" y que su partido no piensa quedarse de brazos cruzados ante lo que considere injusto. "¿Sería responsable que nos callásemos?", preguntó Rajoy antes de oírse un "no" atronador en la sala. De momento, el PP no ha abordado convocar una nueva protesta contra la absolución de Otegi. La cercanía de las vacaciones y el poco tiempo que ha transcurrido desde la última lo desaconseja. Según fuentes de la dirección, la estrategia, por ahora, es mantener la tensión en el debate diario y en el Congreso con continuas iniciativas sobre Batasuna y el proceso de paz.