Mariano Rajoy pidió ayer a CiU y PSC que no caigan en el "gravísimo error" de asumir las demandas soberanistas de ERC para lograr la Presidencia de la Generalitat de Cataluña. El candidato del PP a la Moncloa les reclamó "moderación, sensatez y sentido común", y que no claudiquen ante el líder de ERC, Josep Lluís Carod- Rovira, acuciados por la "urgencia" de conformar una mayoría en el Parlamento catalán.

APUESTA POR LA ESTABILIDAD Tras analizar con el comité ejecutivo de su partido los resultados del domingo, Rajoy evitó aclarar si el PP preferiría un mayoría nacionalista al frente de la Generalitat o una coalición de izquierdas. A su juicio, la "mejor fórmula" es que la Generalitat "apueste por la estabilidad institucional" y entienda que "en este momento" no hay "necesidad ni demanda" de reformar la Constitución ni el Estatuto.

La notable subida de ERC "no es una buena noticia" para Rajoy, que achacó el éxito del partido independentista a que CiU y el PSC han dicho "cosas distintas a las que siempre han defendido". Conducta que juzgó una "traición" a sus electores.

Cara a las elecciones generales de marzo del 2004, el candidato del PP pidió a Artur Mas (CiU) que no opte por la "radicalización" ni "cierre las puertas" a un futuro pacto con los populares en el Congreso. Alianza que ERC no admitiría si pactase con CiU.

A puerta cerrada, Rajoy pidió a los populares que no carguen las tintas contra CiU, ya que podría necesitar su apoyo parlamentario si el PP no revalida la mayoría absoluta en marzo.

El dirigente conservador también acusó al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, de "mendigar" el apoyo de Esquerra al candidato del PSC, Pasqual Maragall, al apostar por una mayoría de izquierdas en el Parlamento de Cataluña. Una estrategia que juzgó "absurda" porque "no tiene nada que ver con la trayectoria del PSOE".

Al jefe de la oposición le advirtió de que el PSOE puede dejar de ser un "referente nacional" si mantiene su apoyo a la reforma del Estatuto. Para Rajoy, "sería impensable" que los socialistas respaldaran la reforma estatutaria de Cataluña. Por eso exigió a Zapatero un "criterio claro" sobre el modelo de Estado ante la apuesta de ERC por la libre adhesión de Cataluña a España.

El líder del PP no asume la hipótesis de que la agresividad del Gobierno de José María Aznar ante las reivindicaciones nacionalistas puede haber contribuido al incremento del voto independentista en Cataluña.

LA LECTURA DE AZNAR Desde Santiago de Chile, José María Aznar atribuyó la caída "espectacular" de CiU y el PSC a la aproximación de estos partidos a "aquellos que cuestionan el marco institucional", en alusión a ERC. "Hay un porcentaje del electorado que ha preferido el original a la fotocopia", sentenció el presidente del Gobierno. Aznar dijo confiar en que Cataluña no siga la senda emprendida por Euskadi con el plan Ibarretxe: "No tengo duda de que una mayoría muy amplia de la sociedad catalana desea la estabilidad institucional y mantener la cooperación". Sobre cómo puede influir el auge de ERC en las relaciones entre Generalitat y Gobierno, el vicepresidente Javier Arenas apuntó que el PP "será un elemento de estabilidad y de defensa de la Constitución y el Estatuto".