Ddespués de que el pasado viernes Soraya Saénz de Santamaría, Luis de Guindos y Cristobal Montoro, presentaran a los españoles un panorama desalentador --que desembocará en la destrucción de 1,4 millones de empleos en toda la legislatura-- y sin una explicación convincente de por qué el Gobierno parece que da por perdida la batalla del empleo, Mariano Rajoy se esforzó ayer, con mucho más ahínco que en otras ocasiones, en trasladar a la ciudadanía un mensaje alentador. Pidió, en primer lugar, a los españoles y especialmente a los parados "paciencia", dado que la situación heredada, palabra que no pronunció pero sí dio a entender, es "difícil" y por tanto "los resultados tardarán en darse". Quiso, en segundo lugar, dejar claro que el Ejecutivo "plenamente consciente de lo que está haciendo" y por eso descartó hacer un cambio en su gabinete. Y prometió, en último término, que la legislatura acabará "con crecimiento y creación de empleo"

RUMBO DEFIBIDO En su primera rueda de prensa después de que se conociera que la cifra de parados supera ya los seis millones y las mencionadas negras previsiones, Mariano Rajoy hizo un intento por convencer a la ciudadanía de que el Gobierno lejos de tirar la toalla, tiene un rumbo definido, al contrario de lo que sostiene la oposición. De hecho, se extendió en su contestación más de lo que acostumbra, se nota que La Moncloa intenta mejorar su comunicación con la sociedad en un momento especialmente difícil.

El presidente comenzó su argumentación con la afirmación de que el Ejecutivo ha puesto sobre la mesa un escenario macroeconómico tan duro porque es mejor "ser conservador", "decir la verdad" y "jugar limpio" que "hacer castillos en el aire". Una lección que no se aplicó el año pasado, puesto que el balance presentado da la vuelta a las previsiones del 2012.

Asimismo aseguró que el Ejecutivo trabaja por que se superen los nubarrones y por eso prometió que si se sigue "perseverando" y la UE trabaja "en la buena dirección" al final de la legislatura "se creará empleo y habrá crecimiento". "El Gobierno sabe lo que hace y pronto empezará a crecer". Las cifras vaticinan un aumento del 0,9% del PIB en el 2015, frente a las caídas del 1,4% y 1,3% del 2012 y 2013 respectivamente. Rajoy sacó pecho además de que la UE haya permitido que este año el déficit se sitúe en el 6,3% del PIB, frente al 4,5% previsto. Una decisión "sabia y equilibrada" que ahorrará ajustes cercanos a los 18.000 millones de euros. Frente a ello, el ajuste sobrevenido este año será de 3.000 millones, 1.000 en subidas de impuestos y 2.000 en recorte de gasto.

El presidente tuvo palabras especialmente para los parados. Reconoció su "frustración" y "anhelos" y dijo que el Gobierno no trabaja con otro objetivo que el de crear empleos. Sin embargo, la situación no se remonta "de un día para otro", añadió.

SIN CAMBIOS El jefe del Ejecutivo descartó, por otro lado, hacer cambios en su gabinete. De hecho, descartó el "esfuerzo, pundonor y coraje" de sus ministros en una situación "tan difícil". Rajoy aseguró además que habla "a menudo" con el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, al que culpó de la falta de acuerdos

porque "no vota a favor ni una" de sus leyes.

El presidente compareció en Granada en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro irlandés, Enda Kenny, cuyo país asume este semestre la presidencia de turno del Consejo de la UE. Kenny participa desde hoy en unas jornadas europeas organizadas en la localidad granadina de Loja por una fundación vinculada a la CDU de Angela Merkel.

Ambos hablaron de la situación en la zona euro, y coincidieron en la necesidad de que en el Consejo Europeo de junio se den avances importantes en la unión bancaria como prueba de "credibilidad" ante los ciudadanos.