El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha subrayado este viernes que "no va a escatimar esfuezos ni dedicación" para llegar acuerdos con la Generalitat, pero ha pedido al presidente, Carles Puigdemont, que "no dé más pasos contrarios al sentido común". El jefe del Ejecutivo ha reiterado, en la tradicional rueda de prensa de balance del año, que "no va a autorizar ningún referéndum que suponga liquidar la soberanía nacional" y, por ello, ha instado a los partidos independentistas a que abandonen sus aspiraciones de desconexión unilateral y su intención de desobedecer al Tribunal Constitucional porque esta actitud "no va a parte alguna". "Yo ofrezco algo más razonable: hablar", ha sostenido.

En este sentido, ha recordado que hay multitud de temas que afectan a los españoles "vivan donde vivan" como las pensiones, la educación, la violencia de género, etc. Asuntos que se van a tratar en la conferencia de presidentes a la que, de nuevo, a invitado tanto a Puigdemont como a Íñigo Urkullu a acudir. En su opinión, no asistir es "abdicar de su responsabilidad" porque la reunión tendrá, además de la parte declarativa, contenido "decisorio". Fuentes gubernamentales añadieron a continuación que se está buscando la fórmula para que se alcancen acuerdos cuya ejecución sea obligatoria.

Además de la mano tendida, Rajoy ha reiterado que, aunque "volverá a hablar con Puigdemont", en ningún caso está dispuesto a negociar el incumplimiento de las leyes o temas de los qué él "no puede disponer", como la "unidad de España, la soberanía nacional o la iguladad de los españoles".

En este sentido, Rajoy ha dejado claro que no cree que una eventual reforma de la Constitución "vaya a resolver el problema" catalán, salvo que se "liquide la soberanía nacional", algo a lo que él no está dispuesto.

OPTIMISTA PERO CON REALISMO

Más allá del capítulo catalán, el presidente se ha mostrado "optimista pero con realismo" cara al futuro. En varias ocasiones ha reiterado su disposición a que la legislatura dure cuatro años y, para ello, ha alabado al PSOE por la "responsabilidad mostrada" en los dos primeros meses, al acceder a pactar el techo de gasto u otras medidas, y le ha invitado a llevar a cabo con el PP una "colaboración histórica [...] en aras del interés general".

Pese a que los socialistas se niegan a aprobar los presupuestos del 2017, Rajoy ha considerado que una vez que empiece la negociación, a partir del mes de enero, "no tiene por qué haber discrepancias insalvables" con el PSOE u otros grupos. Eso sí, ha advertido a la oposición de que no le gustaría que se derogasen las grandes reformas aprobadas en la legislatura con mayoría conservadora simplemente "porque han funcionado". "Sé que tendré que ceder en algunas cosas, pero los otros también", ha subrayado, además de recordar que Ciudadanos es su "socio preferente".