El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha llegado esta mañana a Yibuti, un pequeño país africano, vecino de Somalia, y desde el que la Unión Europea gestiona buena parte de los efectivos que luchan por mar y aire contra la piratería en aguas del Índico. Acompañado del ministro de Defensa, Pedro Morenés, el presidente ha querido sumarse al tradicional viaje que todas las navidades el titular de Defensa realiza a una misión internacional para felicitar las fiestas de Navidad y desear un buen año nuevo a las tropas que las pasarán en el extranjero. A bordo de la fragata Álvaro de Bazán, Rajoy ha mostrado su "orgullo" por presidir un país cuyas tropas han conseguido frenar la actividad de la piratería. Hace 14 meses que estos corsarios del mar, con bases en toda la costa de Somalia, no consiguien llevar a buen puerto un secuestro. Y eso que lo intentan. El último ataque se produjo el viernes pasado, cuando 15 embarcaciones piratas rodearon un buque del que tuvieron que alejarse, cuando la tripulación lanzó varias bengalas de emergencia. "Pero no podeís bajar la guardia. La amenaza no se ha erradicado y sigue presente", ha advertido el presidente.

"¿Os preguntarés que hago aquí?", ha preguntado Rajoy a los miembros del destacamento Orión, desde donde despega el avión de vigilancia marítima que realiza una importante labor de inteligencia en esta misión. A una temperatura de más de 30 grados a la sombra, y a 5.600 kilómetros de España y los conflictos derivados del anteproyecto del aborto, la subida de la luz o el registro policial de la sede del PP, a los que el presidente no ha hecho referencia alguna, Rajoy ha asegurado que desde esas aguas del golfo de Adén los militares defienden los intereses de España. Y ha destacado que la labor de las tropas en esta zona del mundo es "clave para la paz y la seguridad internacional y el comercio mundial". Rajoy se ha mostrado sorprendido con el trabajo de inteligencia que realiza desde el aire la tripulación del avión de vigilancia. Doce veces al mes, y con un promedio de ocho horas por misión, los militares españoles fotografían los campamentos piratas de la costa somalí y estudian su evolución. Sus datos han servido para comprobar que ante las dificultades de ejecutar nuevos secuestros, algunos de estos piratas han regresado a la pesca. Sin embargo, hay cabecillas de estas mafias que ya se están dedicando al tráfico de personas de Somalia Yemén, en unos trayectos que a la vuelta, transportan droga.

Recibido por el primer ministro y el presidente

El de este domingo es el segundo viaje que el presidente del Gobierno realiza a una misión exterior. El año pasado, Rajoy compartió unas horas y un brindis con las tropas en Afganistán. En aquel momento, el ejército contaba con 1.400 militares en el país centroasiático en el que las tropas españolas han permanecido más de una década luchando contra los talibanes junto a militares de otras 50 naciones. Actualmente, Defensa ha dejado ya el importante enclave de Qala-i-Naw dentro de un complejo plan de repliegue. En Yibuti, a 5.600 kilómetros de distancia de España, y antes de reunirse con los militares, el presidente fue recibido por el primer ministro Abdelkader Kamil Mohamed, y mantuvo un breve encuentro con el presidente de la república, Ismail Omar Guelleh, con el que se comprometió a mantener el liderazgo de una misión que cuesta al erario públio 142 millones de euros al año.

Desde el 2009, la comunidad internacional tiene desplegadas diferentes operaciones en el océano Índico para combatir la piratería. Está la Unión Europea, la OTAN, una coalición liderada por los Estados Unidos y algunos estados que como Japón o Palestina actúan de manera independiente. España contribuye a las diferentes operaciones con 367 militares. La presencia militar, junto a la decisión de algunos países de que proteger los buques pesqueros con presencia de seguridad privada, ha descendido drásticamente los efectos de los piratas. Frente a los 47 secuestros que se produjeron en el 2010, este año que termina, los piratas no han podido ejecutar ni uno solo. Aunque, según datos del ministerio de Defensa, lo han intentado en 15 ocasiones, y en otras 16, las tropas de vigilancia del océano se acercaron a inspeccionar embarcaciones con apariencia de sospechosas. En la zona sin embargo permanece un pesquero, el NAHAM 3, con bandera de Oman, y medio centenar de rehenes en su interior, que lleva más de un año secuestrado, frente a las costas de Somalia.

Más de 200 grupos de piratas desarticulados

En todos estos años de presencia militar en la zona, se han desarticulado 261 grupos de piratas, mientras que 149 detenidos han sido puestos a disposición de las autoridades judiciales de diferentes países. De estos, 111 han sido condenados y otros 38 están pendientes de juicio. Solo las unidades navales españolas han capturado a 168 piratas, de los 118 fueron liberados, y medio centenar puestos a disposición judicial: 14 en la Audiencia Nacional, siete en Francia, uno en Yibuti, 17 a Kenia y 11 a Seychelles.

La principal operación militar que hay en las aguas del Índico es Atalanta, que comenzó en diciembre del 2008, con mandato de la Unión Europea, y con vigencia hasta el 12 de diciembre del 2014. Aunque los cálculos de la Unión Europea es extender la misión hasta diciembre del 2016, pero replanteando su estrategia que pasaría por mantener la lucha contra la piratería como prioridad, pero dando apoyo desde el mar al resto de operaciones que la Unión Europea tiene desplegadas en esta convulsa región africana.

Efectivos desplegados

Actualmente se encuentra desplegado en la zona el Buque de Acción Marítima (BAM) Tornado, con un helicóptero AB-212 y un equipo de operaciones especiales de Infantería de Marina. En total hay 81 militares a bordo. España cuenta también con el destacamento Orión, ubicado en Yibuti, y que cuenta con un avión de patrulla marítima P-3 Orión o un CN 235 de Vigilancia Marítima. Actualmente, el destacamento lo componen 56 militares y un CN 235 de Vigilancia Marítima, que realiza un imporante trabajo de inteligencia militar, aportando datos sobre la evolución de la piratería en tierra.

Desde enero del 2010, España contribuye también en la misión de entrenamiento de la Unión Europea EUTM Somalia, que tiene como objetivo adiestrar a los reclutas somalíes, y proporcionarles entrenamiento especializado en combate en población, conocimiento de minas, transmisiones y asistencia sanitaria. Actualmente hay una veintena de militares españoles, cinco oficiales realizando labores de adiestramiento en el aeropuerto de Mogadiscio, y otros 15 Uganda, en un campamento en la montaña que se desmantelará próximamente.

El pasado mes de junio, España asumió el mando de la Agrupación SNMG-2, la denominada operación Ocean Shield, que al mando de la OTAN lucha también contra la piratería en aguas del Índico. Al mando del operativo está el contralmirante Eugenio Díaz del Río Jaúdenes, a bordo de la fragata Alvaro de Bazán, con 230 militares españoles. Fue precisamente esta fragata la que visitó el presidente, donde firmó en su libro de honor de visitantes, y donde brindó con los marinos por la Navidad.