La dirección nacional del Partido Popular ya ha empezado a mover sus peones para poner coto a la reforma territorial en marcha. El presidente del PP, Mariano Rajoy, se ha fijado como objetivo que los nuevos estatutos consumen la homologación competencial entre las autonomías, el conocido como café para todos. Por eso propone incluir en todas las reformas estatutarias --empezando por las que afronten las comunidades gobernadas por el PP-- una disposición transitoria que consagre por ley la equiparación a Cataluña de la autonomía en cuestión.

Todos los focos están orientados hacia la ponencia del Parlamento catalán que negocia el nuevo Estatuto, pero, como en un campeonato de ajedrez simultáneo, la reforma del modelo de Estado se está librando en varios tableros a la vez. Uno de estos escenarios, de singular importancia para el PP, es la Comunidad Valenciana, cuyo presidente, el popular Francisco Camps, ha tenido que frenar la negociación estatutaria que mantenía con los socialistas por las presiones del propio Rajoy.

TOQUE DE ATENCION Alarmado por el sesgo y la rapidez con que se estaba desarrollando la reforma del Estatuto valenciano, Rajoy, de visita a la comunidad el pasado viernes, exigió públicamente "sentido común, sensatez, equilibrio y moderación" en este proceso. Claro toque de atención a Camps que, según fuentes populares, este martes llevó al líder del PP a mantener una larga reunión con el presidente valenciano.

Tras su encuentro con Rajoy en Madrid, Camps regresó a Valencia con una propuesta consensuada: la inclusión en el Estatuto de una disposición transitoria mediante la cual la Comunidad Valenciana se pueda arrogar las mismas competencias que en el futuro pueda obtener Cataluña o cualquier otra autonomía, y también las que el Estado traspase a otras comunidades autónomas.

Soraya Sáenz de Santamaría, mano derecha de Rajoy y secretaria de Política Autonómica y Local del comité ejecutivo del PP, confirmó ayer a este diario que los conservadores propondrán la inclusión de esta disposición transitoria en todas las reformas estatutarias que se acometan. Sea desde el poder (Comunidad Valenciana, Madrid, Baleares y Canarias) o desde la oposición (Andalucía y Aragón, entre otras). Esta "cláusula de homologación" ideada por Rajoy quedará, pues, acuñada en el Estatuto valenciano. Salvo que la rechace de plano el PSPV-PSOE.

PRESION PARA EL GOBIERNO Al pedir la conversión en ley del café para todos, Rajoy se propone meter más presión al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en el debate territorial. Aunque el Ejecutivo ya intenta limar las aristas del Estatuto de Cataluña para que el efecto contagio no desate una avalancha de agravios comparativos, la iniciativa del PP presagia que el alud será tan inevitable como espontáneo.