La siguiente frase es del vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez Maillo. «Hemos ofrecido dos documentos y si hay que hacer un tercero, lo hacemos», dijo en la cadena SER el pasado viernes cuando se le preguntó por lo que estarían dispuestos a ceder con tal de atraer a la abstención en una investidura a un más que reticente PSOE. Esta afirmación de uno de los dirigentes populares más cercanos a Mariano Rajoy encierra la filosofía de trabajo con la que se está moviendo, en estos días de espera, el equipo de colaboradores del presidente: analizan las seis primeras condiciones sobre regeneración que Albert Rivera ha puesto sobre la mesa y, además, se preparan para una inminente negociación con Ciudadanos y para dejar guardadas -pero afiladas- en el cajón, por si surgiera la oportunidad de utilizarlas, posibles cesiones que sólo se harían ante los socialistas llegado el momento.

Y es que las fuentes consultadas dicen ser conscientes de que uncambio de posición hacia la abstención del partido de Pedro Sánchez será «muy difícil» aún si se logra un ‘sí’ oficial de Rivera a la investidura de Rajoy (momento que aún no ha llegado), y que, de conseguirse a partir de un debate interno y generalizado en el PSOE que esperan los conservadores con cierta ansiedad, será «muy caro». Hay algunos cargos del PP que no descartan que se pudiera ‘tragar’ con alguna derogación parcial de alguna leysignificativa para los de Rajoy, así como con impulsar una ponencia sobre reforma constitucional o concretar la futura financiación de las pensiones.

CIUDADANOS Y POLÍTICA FISCAL

En todo caso por razones de tiempo y prioridades los populares se dedican ahora con más intensidad y energía a la oferta que se puede hacer a C’s. Ya se da por hecho en sus filas que, en las próximas semanas, se aceptarán algunas de las demandas económicas de los naranjas en materia fiscal (reforma del impuesto de sociedades) laboral y educación y ciencia. Eso, después de que el miércoles el comité ejecutivo del PP bendiga el ‘pack’ anticorrupción que defiende Ciudadanos. A saber: paso atrás de los imputados/procesados de la vida política; supresión de aformientos; limitación de mandatos presidenciales; reforma de la ley electoral para que sea más representativa; imposibilidad de concesión de indultos a corruptos y una comisión de investigación sobre financiación del PP.

Según fuentes consultadas, el equipo de Moncloa que analiza ese¡ documento está recopilando advertencias y matices y se afana en el posible desarrollo de los epígrafes (que no son más) que ha presentado Rivera. Además, insisten en que por más que los populares se comprometan con las propuestas, se necesitará en muchos casos del PSOE para que sea posible llevarlas a cabo. Desde Ciudadanos replican que conocen las dificultades, pero que son cuestiones a abordar a posteriori en una negociación y que ahora toca aceptar o rechazar. «Las medidas son de ‘sí o no’ y después, obviamente, habrá que ver cómo implementarlas», dijo el vicesecretario de los naranjas, José Manuel Villegas, este sábado en la Sexta.

FECHA DE INVESTIDURA

Así las cosas, C’s espera del PP un primer ‘sí’ a sus condiciones sin letra pequeña. Es probable que el jueves o el viernes se dé otra reunión entre Rajoy y Rivera y, según los naranjas, no debería acabar la semana sin que los españoles sepan en qué fecha piensa el aspirante popular someterse a una investidura -al menos a una primera- porque, de lo contrario, ellos se negarán a comenzar una negociación que pudiera llevarles a cambiar su anunciada abstención por un ‘sí’.

Como es poco imaginable que Rajoy bloquee la única vía de respiro que se le ha abierto en los 50 días transcurridos desde el 26-J, se puede intuir que por fin habrá día y hora para el examen parlamentario. Y que, a continuación, se pondrán en marcha junto a C’s esas cuatro mesas de trabajo (reformas institucionales. economía, educación y social) que el PP ya preveía en el documento de trabajo que hace apenas unos días el aspirante entregó a Sánchez y Rivera.

Ley electoral y conflicto de intereses PP-Ciudadanos

Los seis puntos que Rivera pretende que Rajoy avale antes de sentarse a negociar son más o menos aceptables para los populares. Pero unos más indigestos que otros. No debe ser plato de gusto aceptar una investigación sobre los trapos sucios y corruptos del PP, aunque en la madrileña calle de Génova se daba por hecho que ocurriría. Basta con que la oposición se ponga de acuerdo en esta legislatura sin mayorías absolutas. Estaba descontado. Como la limitación de mandatos o la prohibición de indultos por corrupción. O los cambios en los aforamientos -aquí C’s quiere la supresión para cargos públicos y los populares piden una modificación modulada-. Se verá donde queda el acuerdo final. También tendrá que virar el PP en cuanto a apartar de la actividad política a los procesados, puesto que ellos ponen el listón en la apertura de juicio oral. Sin embargo es la reforma de la ley electoral (necesitaría al PSOE además) uno de los puntos más polémicos. Los intereses de PP y C’s son opuestos: los populares sueñan con primar a la lista más votada, con un sistema similar al griego, mientras que los naranjas exigen más proporcionalidad.