Fue en el 12-O cuando Mariano Rajoy admitió que se disponía a preparar su investidura. Y se deduce que lo que vendrá después: formar un nuevo equipo a su alrededor, elaborar unos presupuestos a toda prisa -para los que puede contar con Ciudadanos, difícilmente con el PSOE y tendrá que reclamar apoyo de nacionalistas o independentistas- y preparar un recorte de más de 5000 millones que exige Europa. Para este último punto ya se buscan fórmulas que no solivianten ni a los naranjas ni a los socialistas: parece ganar enteros la vía de "reformar en profundidad" el impuesto de sociedades, porque hasta ahora sólo se le ha dado el visto bueno a cambios en el sistema de pagos anticipados, informa Rosa Sánchez. En todo caso ese camino tendría que salvar escollos en el propio Gobierno.

Ciudadanos quiere además, y así se lo exigirá, que se revise la amnistía fiscal que tuvo lugar en la legislatura de mayoría absoluta conservadora. Antes del 30 de noviembre, fecha en que cumpliría el plazo para poder repasar los expedientes de los beneficiados. Advierten desde C's que no avalarán tijeteretazos en los social y consideran que con otra vuelta de tuerca la mencionada amnistía puede ser fuente de ingresos importante, llegando a los 1000 millones de recaudación. Los de Rajoy, por su lado, están abiertos a repasar algunas de las carpetas de los regularizados a fin de comprobar si se quedó alguna cantidad de dinero pendiente en un cajón. Poco más. Esta será, sin duda, una de las materias que provoque tensiones entre los populares y los de Albert Rivera.

QUINIELAS DE 'MINISTRABLES'

Por presiones desde la UE la economía será clave en e inicio de la vida del nuevo Ejecutivo (si llega a haberlo), pero fuentes de Ciudadanos apuntaron a este diario que también exigirán en los primeros 90 días medidas anticorrupción, incluyendo la reforma exprés de la Constitución para terminar con parte de los aforamientos. Desde La Moncloa se incide en que Rajoy defenderá pactos de Estado a varias bandas: defensa, lucha contra el terrorismo, política exterior, Educación y violencia de género, dando prioridad a la unidad territorial ahora que se vuelve a hablar de un posible referéndum en Cataluña.

Así, en previsión de que los socialistas se abstengan facilitando la reelección del líder del PP, los monclovitas trabajan ya contra el crono, incluido Rajoy. Además de redactar su discurso, el ahora presidente en funciones tiene que diseñar un gabinete.Una vez que Rivera ha confirmado que no desea ministerios, toca repartir las carteras.

Los conservadores creen que Rajoy mantendrá al núcleo de sus colaboradores, aunque dándole vueltas a si, en la actual coyuntura se recupera la vicepresidencia económica, que conviviría con otra política. Se especula (pero cada vez menos) sobre la continuidad de Cristóbal Montoro o Luis de Guindos, pero se apuesta por que quien más posibilidades tienen de salir son Jorge Fernández Díazy José Manuel García-Margallo. Se augura que Dolores de Cospedal será ministra y se barrunta que Alfonso Alonso podría volver a Madrid.