Francisco Camps era el lunes "el mejor candidato para la Generalitat Valenciana", según la consigna dada por la ejecutiva del PP. Ayer, su líder, Mariano Rajoy, dio un paso más, el paso arriesgado de garantizar que el dirigente valenciano repetirá como cabeza de cartel en las autonómicas del 2011. Arriesgado porque el futuro político de Camps puede ponerse en juego el próximo miércoles, cuando el Tribunal Supremo debe decidir si archiva o reabre la causa de los trajes que pesa sobre el presidente de la Comunidad Valenciana, en el marco del caso Gürtel. Rajoy acabó así con la cautela que su número dos, María Dolores de Cospedal, mostró el lunes cuando le hicieron la misma pregunta: si Camps volvería a ser el candidato. "El 12 de mayo hablaremos", respondió entonces.

Tras su reunión con Montilla y una sardinada en el puerto de Barcelona, Rajoy dijo en Onda Cero que respaldará a Camps: "Voy a apoyarle y va a ser el candidato del PP a las próximas elecciones en Valencia porque eso de los tres trajes no me lo creo. Hay gente a la que le gusta y gente a la que no le gusta, pero le he dicho lo que pienso".

Preguntado por lo que podría suceder si el Supremo reabre la causa de los trajes presuntamente regalados por la trama de corrupción dirigida por Francisco Correa, Rajoy dejó claro que su apoyo a Camps es inmune a las decisiones judiciales. "Diga la justicia lo que quiera, es decir, la justicia allí no va a condenar al señor Camps el día 12", agregó. El PP ha querido zanjar los rumores que apuntaban que el partido estaba preparando el relevo del presidente valenciano. Rajoy negó tales movimientos, entre ellos los que situaban a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, como posible recambio.

Mientras tanto, Camps tuvo que defenderse una vez más de los ataques de la oposición en el Parlamento autonómico. Rechazó todas y cada una de las supuestas vinculaciones de su Gobierno con la trama, aunque sin descartar que el futuro le pueda deparar algún susto. "De momento, hoy por hoy, todas las denuncias y todos los informes son infundados", proclamó en las Cortes valencianas.

"CHANCHULLOS" Lejos quedan ya las contundentes afirmaciones del líder de los populares valencianos que negaban su implicación con los cerebros de la trama corrupta. Camps fue ayer bastante más comedido, aunque sin salirse de la proclama general, a la hora de responder a la oposición sobre la relación del Ejecutivo autonómico con empresas de la trama del caso Gürtel y sobre la presencia de las mismas en la organización de la visita del Papa a Valencia en julio del 2006, con motivo del Encuentro Mundial de las Familias. "¿Cuántos chanchullos hay detrás de la visita del Papa?", le inquirió el portavoz parlamentario del PSPV, Angel Luna. No hubo datos en la réplica.

El PP valenciano blande estos días una encuesta interna según la cual obtendría una nueva mayoría absoluta si hubiera ahora elecciones autonómicas. Una "victoria espectacular", en palabras de los populares, que se aferran a la experiencia del escaso desgaste que acusan por los escándalos de corrupción.