Vuelta a la tortilla. Mariano Rajoy instó ayer al Gobierno a tomar "en serio" la amenaza islamista y a reforzar la seguridad en España, en especial en Ceuta y Melilla, a la luz de los últimos acontecimientos terroristas en el Magreb. El presidente del PP desdeñó la alianza de civilizaciones y aconsejó a José Luis Rodríguez Zapatero que incremente la cooperación con las "democracias europeas", que son las que "defienden la libertad, los derechos individuales, la justicia social y los principios que han hecho progresar el mundo".

Rajoy hizo estas declaraciones en un momento en que el juicio del 11-M está dejando al descubierto la negligencia del Gobierno de José María Aznar frente a la amenaza yihadista , pese a que los riesgos habían aumentado por la implicación de España en la guerra de Irak. Los sucesivos avisos de alerta de los servicios de inteligencia no evitaron que los islamistas, algunos de los cuales eran conocidos por la policía, perpetraran bajo mandato del PP el mayor ataque terrorista en la historia de España.

Rajoy, que ahora reclama una mayor cooperación con las democracias europeas, omitió que él mismo era vicepresidente primero del Gobierno en el 2003 cuando Aznar despreció a Alemania y Francia y provocó una fractura en la Vieja Europa al establecer una alianza incondicional con George Bush. Alianza que tuvo su momento estelar en la cumbre de las Azores, donde el presidente de EEUU y los mandatarios español y británico declararon la guerra a Sadam Husein al margen de la ONU.

SIN REFERENCIAS En un acto político con unos 3.000 interventores y apoderados madrileños a las elecciones autonómicas y municipales del 27 de mayo, Rajoy eludió esas referencias. Y subrayó los riesgos de la amenaza islamista. "Hay que tomarse este asunto en serio, porque es un problema serio. Nuestros aliados, los gobiernos amigos, se lo toman en serio". dijo.

En su intervención, el líder conservador afirmó que frente al terrorismo no hay que demostrar dudas, porque los terroristas "perciben quién tiene debilidad y miedo". En ese sentido, afirmó compartir las declaraciones del candidato a la presidencia francesa, Nicolas Sarkozy, quien dijo que "no se pude canjear impunidad por tranquilidad" ni "justicia por paz".

Para Rajoy, la alianza de las civilizaciones "no sirve" para afrontar la amenaza islamista. El líder popular reclamó al presidente del Gobierno una política exterior "como dios manda", que refuerce el espacio europeo de justicia y libertad y dé prioridad a la lucha contra el terrorismo, la inmigración ilegal y las mafias que trafican con personas. Rajoy opinó que el Gobierno socialista no ha avanzado en esos terrenos, ya que se ha centrado en dos frentes: la reforma de los estatutos autonómicos, "pendiente de lo que diga el Tribunal Constitucional", y la negociación con ETA, "pendiente de lo que digan los terroristas".

"PERDON" Desde Oviedo, el secretario de organización del PSOE, José Blanco, reprochó al PP que no se hubiera preocupado del terrorismo islámico antes del 11-M. Y también que no hayan "pedido perdón a la sociedad española" por involucrar a España en una guerra que aumentó los riesgos de atentado.

Las negligencias del anterior Gobierno quedaron patentes en la comisión parlamentaria del 2004 y se están confirmando en el juicio del 11-M, que se reanuda hoy. Varias acusaciones piden la responsabilidad civil subsidiaria del Estado, pero ya hay un abogado, Gonzalo Boyé, que exige la responsabilidad "directa" del Estado. Esta figura, según explicó Boyé, abriría las puertas a una posterior acción penal contra miembros del Gobierno de Aznar en caso de que se probara su negligencia.