Mariano Rajoy, vicepresidente primero del Gobierno y uno de los posibles sucesores de José María Aznar al frente del PP, dio ayer síntomas de impaciencia por la indefinición del presidente sobre quién será su delfín. Rajoy reconoció que la situación "sería más cómoda (para el PP) si ya hubiera un candidato, si ya hubiera unas reglas de juego".

En declaraciones a Antena 3 TV, el vicepresidente primero, uno de los aspirantes con probabilidades de relevar a Aznar, subrayó la importancia de la decisión sucesoria: "No es un asunto menor, ya que se trata de saber quién es el candidato del partido, que en este momento tiene posibilidades de seguir gobernando, y por tanto hablamos de la elección del presidente del Gobierno".

No obstante, Rajoy procuró justificar la actitud reservada de Aznar: "En fin, igual que hay dificultades políticas como ésta, hay dificultades políticas de otro tipo. Los gobernantes, cuando tienen que acreditar de verdad que lo son, es con dificultades". Y avisó de que "todavía está por ver que haya sólo tres" aspirantes.

CAUTELA DE MAYOR

Otro posible sucesor, Jaime Mayor Oreja, se ha mostrado muy cauto a la hora de opinar sobre la sucesión, igual que había hecho Rajoy hasta ayer. En cambio, el vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, dio un paso al frente días atrás, al declararse dispuesto a ser el candidato si su partido le elige.