El presidente del PP, Mariano Rajoy, acudió ayer a San Sebastián para mostrar su orgullo por el pacto alcanzado con los socialistas vascos, que aupó a Patxi López a la presidencia del Gobierno vasco. Un año después de la celebración de las elecciones autonómicas, los populares celebraron un acto presidido por las sonrisas y la alegría, muy alejado de los mítines crispados y plomizos de hace pocos años. Rajoy repitió hasta tres veces que su partido posee capacidad para pactar, en respuesta a las críticas socialistas en sentido contrario. Y qué mejor demostración que el sólido pacto entre PP y PSE en Euskadi. Pero puso las condiciones para la búsqueda de acuerdos: "Deben ser estables y serios, y no bromas y chapuzas" como las que, a su juicio, plantea el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero

El dirigente popular se mostró "contento y orgulloso" del acuerdo que permitió desbancar al PNV del Gobierno vasco, y lo definió como "uno de los cambios y acontecimientos más importantes que ha habido en España desde que volvió la democracia". Para Rajoy, este pacto tiene clara vocación de permanencia porque "ya está produciendo sus frutos". "Y producirá más", pronosticó. El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, erigió al partido como la única garantía de que "se mantenga abierta la puerta del cambio en las elecciones municipales y forales". Recordó que desde la salida del anterior lendakari, Juan José Ibarretxe, "se respira mucha más libertad" en Euskadi, aunque avisó de que no se conforma con su papel secundario respecto a Patxi López: "Esto es un punto de salida, no una meta".

ESPECTACULO Los populares perfeccionaron en el teatro Victoria Eugenia de San Sebastián lo que se ha venido en llamar la política pop , con un acto casi festivo que contó con la música en directo de la cantante Vega, y donde se pudieron escuchar a todo volumen temas de The Killers, Take That y The Black Eye Peas. Rajoy desveló que el 2009 fue el año con más afiliaciones al PP vasco de la última década, por encima incluso del periodo en que José María Aznar presidió el Gobierno. Y puestos a buscar explicación, aludió a la renovada dirección del partido, con Basagoiti a la cabeza, que relevó a la cúpula de María San Gil.

De un año a esta parte, los populares vascos han sabido crecer como partido y multiplicar su capacidad de influencia. Del ostracismo reconocido por sus dirigentes ("antes no se nos ponían al teléfono; ahora llaman a nuestra puerta") han pasado a ser una fuerza de referencia, con una notable capacidad de atracción en los más jóvenes.

Mientras, Zapatero afirmó ayer en Sevilla que, con Patxi López, Euskadi está "mejor que nunca" y ETA, "peor que nunca", y consideró su nombramiento como lendakari "uno de los mejores servicios a España".