Mariano Rajoy y Pedro Sánchez han escenificado este martes su sintonía frente a la crisis territorial. Un día después de la investidura de Quim Torra como ‘president’ de la Generalitat, el jefe del Ejecutivo y el líder socialista se han reunido durante 45 minutos en la Moncloa y han salido de allí con un manual de actuaciones frente al recién elegido, que poco antes, en una entrevista en Catalunya Ràdio, ha defendido que se debería haber “mantenido” la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) y ha trasladado su intención de impulsar instituciones paralelas, como el Consell de la República y la asamblea de electos.

Si Torra pasa de las palabras a los hechos, si reabre la vía unilateral, la respuesta será “contundente”, a través de una nueva aplicación del artículo 155 de la Constitución, ya que la suspensión de la autonomía, en su actual versión, decaería con la formación del nuevo Govern, según lo aprobado por el Senado el pasado año. “Si se tiene que aplicar otro 155, su naturaleza tendría que ser diferente, al estar el inicio de una legislatura”, ha dicho Sánchez, que ha comparecido en la sede del PSOE tras su cita con Rajoy. El presidente ofrecerá una rueda de prensa a las seis de la tarde en Sofía (Bulgaria), donde se ha desplazado de viaje oficial.

El paralelismo con Aznar

Es decir, la intervención de Catalunya no traería consigo esta vez la convocatoria inmediata de elecciones, como el año pasado. Pero Sánchez ha evitado concretar qué tipo de 155 ha esbozado con Rajoy, ni tampoco si esta vez se incluiría el control de los medios públicos. De momento se esperará a conocer las decisiones de Torra, porque según fuentes socialistas “hay que cargarse de razones”. Frente a esta posición se encuentra Albert Rivera, que aboga por mantener la aplicación de la actual suspensión autonómica. El líder de Ciudadanos, que se verá con Rajoy dentro de dos días, no ha respaldado el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y el PSOE. “No comparto la no acción que han decidido hoy. Hay que tomar decisiones y eso es lo que vamos a plantear el próximo jueves”, ha señalado.

Para Sánchez, el líder de Ciudadanos se comporta como José María Aznar cuando estaba en la oposición, “utilizando Catalunya como herramienta de confrontación para intentar arañar algunos votos”, explorando “un camino que, junto a la irresponsabilidad del bloque independentista, ha traído la actual desafección territorial”.

“Aquí el debate no es si tiene que aplicarse el artículo 155, eso ya está superado, sino qué artículo 155 se tiene que aplicar. Todavía no hay elementos suficientes, hay que ver el camino que toma el nuevo Govern. Si [Torra] toma el camino que ha propuesto, se tendrá que aplicar con contundencia”, ha continuado Sánchez.

Los cinco puntos

El acuerdo alcanzado por el Ejecutivo y el PSOE consta de cinco puntos. Uno: ante la “quiebra del orden constitucional”, el Estado “responderá con firmeza, serenidad, proporcionalidad y de forma pactada”. Dos: rechazar la creación de estructuras paralelas porque la “única legitimidad es la que emana de la Constitución y el Estatut”. Tres: la supervisión de las cuentas públicas, a través del control reforzado del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) aprobado en el 2015, que condiciona los pagos al respeto al ordenamiento jurídico. Cuatro: la unidad de los partidos en la respuesta, abriendo el acuerdo a Ciudadanos y a Podemos, a quien Sánchez ha pedido que reniegue de su defensa del “derecho de autodeterminación”. Y cinco: dar a conocer en el extranjero las declaraciones “xenófobas” y “execrables” de Torra, que ha llegado a llamar “bestias con forma humana” a los castellano parlantes en Cataluña.