El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha afirmado este mediodía que el presidente del Gobierno debería ir al Congreso y presentar ante los españoles el plan económico que tiene para lo que resta de legislatura, incluyendo el decreto del recorte en gasto social y las reformas estructurales que piensa abordar.

Según Rajoy, --que no llegó a citar explícitamente la moción de confianza aunque la estaba pidiendo-- esta será la única forma de comprobar "qué respaldo parlamentario tiene realmente el Ejecutivo para recuperar la certidumbre".

Tras reunirse con la cúpula de su partido y sus barones autónomicos en la sede principal del partido, el líder conservador ha calificado la propuesta de recortes del Gobierno de "improvisada, impuesta desde fuera, injusta e insuficiente".

A continuación, ha exigido, en nombre de los 10 millones de ciudadanos a los que dice representar, detalles sobre a quién afectará y a quién no, y en qué partidas, la rebaja del sueldo de los funcionarios.

Rebaja de los sueldos de los cargos del PP

En cuanto a la dismunición del gasto previsto para las comunidades autónomas y ayuntamientos, ha asegurado que su partido se compromete a ayudar en esta área. De hecho, ha anunciado que todos los cargos del PP en la administración autonómica y local se rebajarán el sueldo un 15%.

Pero Rajoy ha advertido esta mañana que con lo que no piensa transigir es con la congelación de las pensiones y ha solicitado que se convoque de inmediato el Pacto de Toledo para debatir este asunto. En este contexto, dijo tener una alternativa para no tener que tocarle la pensión a nadie y apostó, en primer lugar, por dejar sin efecto las enmiendas por valor de 470 millones que Zapatero pactó con los grupos que le apoyaron en los presupuestos.

Además, ha abogado por redcuir la partida dotada con 200 millones de euros dedicada a subvenciiones para partidos, sindicatos y organizaciones empresariales y reducir prácticamente los gastos en las televisiones poúblicas, "empezando por Televisión Española".

Por último, ha demandado que se reduzca en un 25% los altos cargos del Estado, que desaparezca la vicepresidencia tercera, los ministerios de Igualdad y de Vivienda, y que se fusionen otras carteras.

"El PP tiene derecho a opinar sobre este asunto y a ser escuchado, el Gobierno no puede actuar de forma dictatorial", ha sentenciado tras la cita con los presidentes regionales de su partido para analizar el plan de ajuste del Gobierno.

Camps no se ha pronunciado sobre su situación

A su llegada a la sede de Génova, quien ha generado mayor expectación ha sido el presidente valenciano, Francisco Camps, quien ha reaparecido hoy en la sede nacional del PP para hablar del recorte presupuestario del Gobierno y no de su futuro político, como él mismo ha asegurado. Camps hacía cinco meses que no aparecía por Génova.

"No he venido a hablar de eso", ha afirmado el líder del Partido Popular en la Comunidad Valenciana cuando los periodistas le han preguntado si tenía pensado hablar sobre su futuro político con el presidente de la organización, Mariano Rajoy.