El presidente del PP, Mariano Rajoy, calificó ayer de "ridículo y absurdo" el plante de las diputadas de izquierdas el pasado miércoles por los comentarios de Eduardo Zaplana dirigidos a la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, y pidió al Gobierno que se ocupe de los "temas fundamentales y deje de hacer cosas para llamar la atención y distraer". Rajoy se quejó en Huelva de que, posteriormente, "la vicepresidenta insultó tres veces al señor Zaplana y de eso nadie dice nada".

El portavoz parlamentario del PP, por su parte, no hizo ni acto de contricción ni propósito de enmienda. Zaplana evitó pedir disculpas por la frase sexista que dedicó a Fernández de la Vega. Además, advirtió de que seguirá con esa oposición aunque disguste a los socialistas.

El político popular llegó a sostener que el plante de las diputadas progresistas estaba preparado con antelación, pero fue incapaz de argumentar cómo podían saber las representantes de la izquierda que él iba a hacer un comentario ofensivo.

"YA ESTA BIEN" Su homólogo del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, consideró que el PP no haría esos comentarios si la vicepresidencia estuviera en manos de un hombre. Avaló el plante de sus compañeras y descartó que fuera una estrategia: "Lo que hicieron fue decir: ´ya está bien". Rubalcaba recordó que Rajoy denostó a la vicepresidenta hace unos días en el debate del Estatuto catalán y anteriormente se refirió a ella como "esa señora que se sienta al lado del presidente".