No voy a hacer ningún comentario sobre el Gobierno de Cataluña porque creo que no viene al caso". A Mariano Rajoy le pudieron ayer más las ganas que las intenciones, y el anuncio que hizo al inicio de una conferencia que pronunció en la Cámara de Comercio de Vigo acabó por no cumplirse. El presidente del PP, que venía a convencer a los empresarios pontevedreses del proyecto "de estabilidad y confianza" que representa según él la continuidad de Manuel Fraga al frente de la Xunta, acabó por centrar sus críticas en el tripartito catalán y, sobre todo, en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, al que responsabilizó de impulsar "una operación que va desde Cataluña, Galicia y el País Vasco para ir a no se sabe dónde".

ELOGIO A FRAGA Rajoy trufó sus elogios al octogenario presidente de la Xunta --"un candidato que tendrá sus cosas buenas y sus cosas malas, como todos, pero que tiene una capacidad colosal de trabajo, prestigio y capacidad de interlocución"-- con una descripción casi apocalíptica del actual marco institucional, marcando ya la que será una de las estrategias principales del PP en la campaña gallega para remontar las adversas encuestas.

"En España hay dos gobiernos en una situación similar: el de España y el de Cataluña", arrancó. "Cualquier persona que quiera un marco de estabilidad y seguridad ve que aquello no funciona". Un aviso a los gallegos para disuadirles del riesgo que significaría, según el PP, importar el modelo del tripartito catalán permitiendo que PSG-PSOE y BNG se hagan con la Xunta. "Sería una jaula de grillos con un presidente --el socialista Emilio Pérez Touriño-- sin programa y sin liderazgo", alertó Rajoy.

El dirigente popular no se ahorró incluso veladas alusiones a la polémica suscitada con motivo de la reciente visita de Pasqual Maragall y Josep Lluís Carod-Rovira a Israel y Palestina a cuenta de la ausencia de la bandera catalana y la foto que el presidente catalán hizo al líder de ERC con una corona de espinas en la cabeza, aunque confesó que eso no es lo que más le preocupa. "No se trata sólo de algunas anécdotas de los líderes más importantes del partido socialista y de ERC, de debates que no interesan a nadie o de viajes que no se sabe para qué sirven".

DEBATE "Estamos asistiendo a algo tan absurdo como discutir qué es España", se lamentó. "No sabemos si vamos a una España federal, como plantean algunos dirigentes del partido en el Gobierno, o a una España confederal. Es un debate absurdo que no le interesa a nadie, porque olvida lo esencial: el bienestar y la tranquilidad de la gente".

Rajoy lamentó especialmente que Zapatero apueste por un acuerdo "con todos los nacionalistas rompiendo los consensos básicos con el PP", entre los que destacó el pacto contra el terrorismo suscrito entre su partido y el PSOE. Cambiar esta política, dijo, sólo genera tensión inútilmente". También denunció que haya una comunidad autónoma --Cataluña-- que "ha puesto sobre la mesa un modelo letal" de financiación autonómica.