El futuro presidente de honor del Partido Popular, José María Aznar, ha vuelto por sus fueros. Ha roto su silencio político para volver al primer plano de la actualidad con su concepción del mundo que demuestra su peor talante.

El expresidente del Gobierno no reconoce en ningún momento de la entrevista que ha ofrecido al periódico alemán Die Welt ni un atisbo de autocrítica por sus años en el Gobierno y ataca al Ejecutivo socialista con su rabia poco contenida.

Afirmar, como lo hace, que el PSOE es el partido del odio demuestra la peor imagen de Aznar: la de un político rencoroso. Además, sigue con su teoría internacional dónde él era el pivote del trío de las Azores y castiga a la vieja Europa por no adherirse a la política del presidente de Estados Unidos, George Bush. Es el cuento de nunca acabar.

Es preocupante el retorno de Rambo Aznar a la política española, pero a él le debería preocupar que su amigo George Bush ni lo cite en la larga lista de amigos. Ahora descubrimos que vaya amistades peligrosas tenía el expresidente Aznar.

*Profesor de Ciencia Política.