Mientras media España acusó, por lo menos hasta ayer por la mañana, a José Luis Rodríguez Zapatero de dar un trato favorable al presidente catalán, Artur Mas, por la tarde trascendió que el tono no fue exactamente ese. Fuentes del Gobierno de CiU explicaron que, en el encuentro, el jefe del Ejecutivo central instó al president a que el recorte del gasto de la Generalitat para el 2011 supere el 10% previsto, informa Efe. El Gobierno socialista será, pues, más exigente con la Administración catalana de lo que se pensaba en las últimas horas.

El recorte que el Gobierno catalán practicará en su presupuesto para este año tendrá que ser, con toda probabilidad, de un 15%, casi 4.000 millones de euros, según fuentes de la Administración autonómica.

UN AGRAVIO FANTASMAL Se disolvió, por tanto, como un azucarillo la campaña de críticas a Cataluña por un presunto trato de favor por parte de Zapatero. De la polémica creada o azuzada por la mayoría de los barones autonómicos de España, del PSOE y del PP, se puede sacar una conclusión: o los presidentes y consejeros que han vociferado contra el supuesto privilegio no conocen las leyes que les atañen ni los acuerdos del Consejo de Política Fiscal y Financiero, del que forman parte; o las saben pero hacen demagogia ante sus posibles votantes. El propio Zapatero negó ayer haber favorecido a Cataluña. Dijo que se había creado un debate "ficticio" en el que veía "alguna intención", dado que las condiciones marcadas en el seno del Consejo de Política Fiscal eran las mismas "antes, durante y después de la entrevista con Mas".

Ayer algunos presidentes autonómicos aceptaron haberse equivocado, como el socialista extremeño Guillermo Fernández-Vara. Otros, como el de Castilla La Mancha, José María Barreda, y el de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, aprovecharon para confirmar que pedirán poder refinanciar su deuda. Otro grupo se aferró a una supuesta "rectificación" del Ejecutivo provocada por la "presión" del resto de las autonomías y se dio el caso de los que optaron por callar.

El jefe de filas de CiU en Madrid, Josep Antoni Duran Lleida, enjuició a quienes se lanzaron en tromba contra esos supuestos privilegios. "La ignorancia es muy atrevida", dijo. "No hemos ido a buscar nada que no sea nuestro y aún no nos han dado lo que nos pertenece".