La cena que ofreció anoche la vicepresidenta Teresa Fernández de la Vega a la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, no fue una recepción como tantas otras. Fue un acto singular que le brindó la número dos del Gobierno español a la presidenta de otro Gobierno, que coinciden en la paridad entre hombres y mujeres en su composición, y que se ha comprometido a mantener la apuesta por la igualdad. La novedad de ayer fue que todas las asistentes al acto eran mujeres.

Para muchas, el gesto tuvo además una lectura interna, ya que la vicepresidenta es uno de los motores del Ejecutivo en favor de la promoción de la mujer.

Las ministras, la presidenta de la Comunidad de Madrid, varias secretarias de Estado, la presidenta del Tribunal Constitucional y las que encabezan las comisiones parlamentarias, catedráticas, periodistas, empresarias y banqueras agasajaron a la presidenta Bachelet en su primera visita como jefa de Estado a Madrid. No quisieron acudir algunas diputadas del Partido Popular --como Celia Villalobos y Soraya Sáenz de Santamaría--, disconformes con una cena únicamente para mujeres.

Respeto al protocolo

Zapatero aseguró ayer que no se había planteado romper el protocolo y asistir a la cena para mujeres en el palacio de El Pardo, residencia habitual de los mandatarios que hacen visitas de Estado a España. El presidente anticipó que no acudiría "por la misma razón" por la que no rompió el protocolo yendo a la cita de Bachelet con los empresarios.