El recurso del Parlament contra la inhabilitación del presidente de la Generalitat, Quim Torra, como diputado, elaborado por los letrados de la Cámara catalana generó ayer la enésima confrontación interna entre sectores del independentismo. Al conocerse el contenido inicial del texto, que planteaba que la «praxis» lleva a pensar que si Torra no es diputado deja de ser jefe del Govern, se produjo un nuevo incendio entre socios que indignó a JxCat, que desconocía el contenido de este recurso ya presentado al Supremo.

Horas más tarde, en una nota aclaratoria, los mismos juristas trataban de hacer encaje de bolillos y afirmar que lo dicho no significa que Torra pierda necesariamente la condición de president en esa situación. Finalmente, para deshacer el embrollo a pocas hora de una votación en el Parlament que decidirá si el recurso sigue adelante, se supo que los letrados no pedirán medidas cautelares al Tribunal Supremo, que ya rechazó las de Torra. Es decir, la polémica referencia al cargo de presidente no se incluirá finalmente en el recurso.

El embrollo generó la enésima fricción entre JxCat y ERC en el Parlamento catalán. Los posconvergentes afirmaron en privado que no les sorprende la actuación de los letrados, al frente de los cuales está el exsecretario general de ERC, Joan Ridao, y reconocieron que la pérdida de la condición de diputado deja a Torra a la «intemperie» respecto al mantenimiento del cargo de presidente de Cataluña.

La nueva controversia reveló también, una vez más, la tensión cada vez más creciente entre juristas y políticos soberanistas, porque fuentes de los letrados acusaban a JxCat de hacer interpretaciones negativas del informe y del recurso.