Cualquier ocasión era buena para tener un pequeño detalle con los políticos. Esa era la filosofía de las empresas ligadas a Correa, según explicó Felisa Jordán --una de las imputadas en el caso Gürtel -- ante el juez Garzón. ¿Con qué fin?. Eso corresponderá a los tribunales aclararlo. Por el momento, hay que conformarse con el testimonio de Jordán, que trabajó para Correa y afirmó ante los tribunales que se llegaron a enviar presentes "a ciento y pico personas", todas ellas relacionadas con la Administración, entre las que incluyó a la presidenta madrileña Esperanza Aguirre. No aclaró cuál fue el regalo con el que, supuestamente, se agasajó a la líder, aunque sí apuntó que Aguirre envió una carta de agradecimiento.

Según Jordán, se repartieron coches, pantallas de plasma, trajes, albornoces con invitaciones para spa o "bolsos de mil y pico euros", además de dinero en efectivo para personajes como el madrileño Benjamín Martín Vasco. Sin embargo, el propio Correa relató a Garzón que el verdadero "muñidor" de toda la operativa en la comunidad fue el consejero López Viejo.