Lunici Djamel, uno de los once argelinos investigados en Italia por tráfico de armas y presunta financiación de actividades terroristas del Grupo Islámico Armado (GIA) y del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), envió dinero a la célula desarticulada en España en octubre del 2004 cuando proyectaba volar la Audiencia Nacional con un camión bomba.

La Guardia de Finanzas italiana desveló ayer ese dato y las fuentes policiales españolas explicaron que Madjid Sahuane, detenido en el curso de la operación Nova y dispuesto a inmolarse en el atentado contra la Audiencia, era el receptor de las ayudas. Sahuane, alias Abdulmajid, vivía en Pamplona y recibía los envíos a través de un cuñado para no despertar sospechas. Pero la policía española no tiene dudas del carácter terrorista del receptor, que había acogido en su domicilio al cabecilla de la célula, Mohamed Achraf, cuando, en julio del 2004, viajó a España para preparar atentados. Después fue detenido en Suiza.

La policía investiga si el dinero remitido desde Italia era para financiar el ataque a la Audiencia. En todo caso, la conexión de Abdulmajid con los islamistas residentes en Italia quedó al descubierto en el 2001, cuando la policía italiana investigó a una célula salafista de Milán, cuyo jefe era Esid Sami ben Yemis, hombre de confianza de Bin Laden.

VIAJE A PAMPLONA Agentes italianos siguieron a Ben Jemis en un viaje que realizó en tren hasta Pamplona, en marzo del 2001. Una de las tres personas que le esperaban en la capital navarra era Abdulmajid. Las otras dos eran Mohamed Bualem Juni y Mohamed Belaziz, también imputados en la operación Nova.

Los agentes italianos esperaron a que Ben Jemis volviera a Italia para arrestarle cuando supuestamente preparaba un atentado contra la embajada de EEUU en Roma. La policía española detuvo a Abdulmajid en septiembre de ese año por uso fraudulento de tarjetas de crédito y difusión de cintas de la yihad (guerra santa). Meses después quedó en libertad.