Marruecos está desplegando estos días en España una intensa agenda diplomática destinada a que su imagen no salga mal parada de la crisis generada por su veto a la activista saharaui Aminetu Haidar. La estrategia consiste en presentar los hechos como un conflicto que atañe a ambos países, por lo que la solución debe llegar a partir de la colaboración. "Tanto Marruecos como España son víctimas de este caso", afirmó tajante el ministro de Justicia marroquí, Abdelwahed Radi, tras reunirse ayer con el vicepresidente tercero del Ejecutivo español, Manuel Chaves.

La de Radi fue la cuarta visita de un ministro del Gobierno marroquí desde que estalló el conflicto diplomático y, además de con Chaves, se vio con el titular de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos. Según fuentes españolas, Chaves se comprometió ante Radi a que cualquier solución estará basada en la colaboración entre ambos países, pero le recordó que España no puede resolver el conflicto en solitario, pues Haidar tiene pasaporte marroquí. De entrada, según las mismas fuentes, el ministro alauí dejó claro que su Gobierno no está dispuesto a dar marcha atrás, ya que ello, aseguró, generaría un "conflicto institucional" en Marruecos.

Radi se reunió con Chaves en calidad de primer secretario de la Unión Socialista de Fuerzas Populares --al que pertenecen tanto el PSOE como el partido que gobierna Marruecos-- y después de que fracasase su intento de citarse con la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega. Fuentes de esta vicepresidencia aseguraron que el ministro marroquí había pedido primero una reunión con De la Vega, pero que esta declinó la invitación.

También ayer, el presidente del Parlamento marroquí, Mustafá Mansouri, aterrizó en Barcelona para mantener contactos políticos. Se entrevistó con el vicepresidente catalán, Josep Lluís Carod Rovira, el presidente de Parlamento, Ernest Benach, el expresidente Jordi Pujol y el líder de CiU, Artur Mas. Hoy se reunirá con la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, y con el president , José Montilla. Y el ministro de Asuntos Económicos, Nizar Baraka, estuvo el martes en Madrid, donde se reunió con el responsable de relaciones internacionales del PP, Jorge Moragas, para exponer la postura de su Gobierno sobre Haidar.