Salvador Guerrero anunció ayer su renuncia a la vocalía de Hacienda en la gestora de Marbella, a petición del Partido Popular, al conocerse que defiende a dos imputados en el caso Malaya contra la corrupción municipal: el exconcejal José Jaén y el secretario del consistorio, Leopoldo Barrantes. Guerrero formalizará su abandono en el pleno previsto para el próximo lunes.

La decisión se ha producido para evitar que "la imagen del partido resulte dañada", aunque los conservadores han reconocido su "prestigio profesional". El caso de Guerrero no es el único que está vinculado a personajes incómodos. Los dos vocales designados por el PA, Ricardo García y Florentino Rodríguez, fueron interventores del GIL en las últimas elecciones municipales al estar afiliados al partido. Ambos aseguraron, sin embargo, no tener carnet de ningún partido y denunciaron que se trata de afirmaciones "interesadas en minar el espíritu de la gestora".Según adelantaba el diario Málaga Hoy, García --vicepresidente tercero y responsable del área de Puerto Banús-- y Rodríguez han sido "miembros activos" del GIL en los últimos mandatos. Ninguno ocultó su pasado político e incluso recurrieron a él cuando, ya vinculados al PA, la exalcaldesa Marisol Yagüe, ahora en prisión, intentó despedirlos cuando su nuevo partido les subió el sueldo 3.000 euros.

El consejero de Presidencia andaluz, Gaspar Zarrías, reclamó al PP y al Partido Andalucista que intenten "cuidar un poquito" los nombramientos.