Zapatero no quiere un pacto presupuestario por escrito con ERC para evitarse las críticas de la caverna que lo ataca por ser el prisionero de Zenda de los catalanes Maragall y Carod-Rovira. Zapatero, en todo caso, quiere el pacto con los republicanos, uno de los vértices del tripartito.

Ahora sólo falta que el presidente pacte con Izquierda Unida, formando el tripartito a la española, para que la derecha de siempre grite, además, que viene el coco. Ellos sí que vivían mejor con Aznar y los pactos por escrito.

*Profesor de Ciencia Política.