El general Juan Luis Ibarreta era el jefe del Estado Mayor Conjunto (Emacon) que ordenó y dio el visto bueno a la contratación de los aviones para trasladar las tropas a Afganistán. El Emacon tenía autonomía para contratar y lo hizo a través de la agencia Nansa de la OTAN, que adjudicó el contrato al broker Chapman, que lo traspasó al subcontratista Volga. Este subcontrató con Adriyatic, y éste con Ucranian Mediterraneam, que puso el Yak-42. El coste por kilómetro y pasajero fue superior al que Defensa pudo obtener con la española Air Europa.

El segundo mando cuyo cese anunció el ministro y también aplazó ayer es el vicealmirante José Antonio Martínez Sáiz-Rozas. Era jefe de la División de Operaciones y se encargaba de recibir y atender las quejas.