Las Cortes de Castilla-La Mancha han acordado hoy, con el voto a favor de los diputados socialistas y el rechazo de los del PP, solicitar al Congreso de los Diputados la retirada de la propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha.

El presidente del Parlamento regional, Francisco Pardo, comunicará al Congreso de los Diputados este acuerdo, que supondrá el fracaso de la propuesta de reforma estatutaria, aprobada por las Cortes regionales por unanimidad en enero del 2007 y que no será aprobada por el enfrentamiento del PSOE y el PP en materia de agua.

En el debate, el presidente regional, José María Barreda, y la jefa de la oposición, María Dolores de Cospedal, se han culpado mutuamente del fracaso del texto. Barreda no ha atendido a la petición de Cospedal de continuar la tramitación del Estatuto, pero ha asegurado que él va a seguir luchando y que cuando el PP "tenga líderes que piensen en Castilla-La Mancha", ésta tendrá un Estatuto que defienda sus intereses.

POSTURA DEL PP

El presidente regional ha responsabilizado a su adversaria del resultado de la negociación, pues, en su opinión, ha actuado como un "verdadero caballo de Troya" de los intereses de Murcia, algo que ha achacado a su condición de secretaria general del PP, pues antes de serlo era "la más antitrasvasista".

Cospedal ha rebatido que no habría tal renuncia, pues la propuesta socialista no fijaba una reserva hídrica, sino que planteaba en el preámbulo del texto que Castilla-La Mancha considera necesaria la existencia de una reserva de 4.000 hectómetros cúbicos de agua.