Hay frases que pueden marcar toda una trayectoria. La que pronunció ayer la nueva titular de Vivienda, Carme Chacón, al acabar su discurso de toma de posesión, era más que un compromiso, y a nadie pasó inadvertida: "Trabajaré para que el precio de la vivienda no trunque ningún proyecto de vida".

Chacón sabe que se ha puesto el listón muy alto. A pesar de que su antecesora, María Antonia Trujillo, ha sacado adelante un plan de vivienda, una ley del suelo, una agencia estatal de alquiler, el nuevo código de la edificación y cientos de convenios con ayuntamientos, Chacón es consciente de que los pisos son aún muy caros.

Ella misma se sorprendió pensando en el artículo 47 de la Constitución cuando José Luis Rodríguez Zapatero le ofreció la cartera. Y recordó a todos los amigos que han debido aplazar sus proyectos vitales porque no pueden pagarse una casa.

En opinión de la nueva ministra, la vivienda debe ser una materia que trascienda las opciones de partido. Algo parecido a lo que quería Trujillo: que se convierta en otro pilar del Estado del bienestar, como la sanidad, las pensiones o, ahora, la asistencia de las personas dependientes.

La extremeña María Antonia Trujillo, por su parte, señaló que "no ha sido fácil la tarea de ministra en un país y una Administración que nunca apostó por la vivienda". En un discurso emocionado, expresó su gratitud a las personas que confiaron en ella para asumir tareas de Gobierno, el presidente Zapatero, por un lado, y el expresidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, por otro.

Además, reconoció la labor de las personas con las que ha trabajado.