Se cumplen las peores previsiones. Según fuentes de la Moncloa, la reunión entre Pedro Sánchez y Pablo Casado ha terminado sin acuerdos. Tras algo menos de hora y media de conversación, el Gobierno dice haber constatado que "el PP sigue instalado en su estrategia de bloqueo". El Ejecutivo lamenta que el presidente de los populares no haya "variado ninguna de sus posiciones a pesar de su responsabilidad como principal partido de la oposición".

Según las mismas fuentes, el objetivo de Sánchez a lo largo del encuentro ha sido tratar de desbloquear grandes reformas pendientes, como la financiación autonómica y las pensiones, además de la renovación de órganos constitucionales como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Tribunal de Cuentas, Tribunal Constitucional, Defensor del Pueblo y CRTVE.

Sánchez (120 diputados) necesita al PP (89) y a la coalición entre populares y Ciudadanos, Navarra Suma (2), para alcanzar la mágica cifra de 210 parlamentarios que permiten renovar solos esas instituciones.

En concreto, el órgano de gobierno de los jueces lleva casi un año sin renovarse. Su mandato, de cinco años, caducó en diciembre de 2018. Hace un año, PP, PSOE y Podemos llegaron a pactar para su Presidencia al magistrado del Tribunal Supremo Manuel Marchena, pero acabó renunciando después de que se filtrara un mensaje del entonces portavoz en el Senado, Ignacio Cosidó (PP), presumiendo de que, con este juez al frente del CGPJ, se podría controlar la Sala Segunda del alto tribunal "desde detrás".

La última vez que se vieron ambos dirigentes fue en el Congreso de los Diputados, en diciembre, cuando Sánchez tenía ya muy avanzado el pacto con Podemos para su investidura.